"La casa puede ser más peligrosa para el niño que la calle", dice el psicopedagogo Francesco Tonucci, su "alter ego" es Frato, "un viñetista que reflexiona sin dramatismo sobre la educación".

Tonucci señala algo muy curioso por medio de una paradoja. Dice que la presencia de los niños en la calle "obliga a los adultos a tener cuidado, convirtiéndose de esta forma en la seguridad más barata y sencilla". En el barrio Almirante Brown, de Buenos Aires, logró reducir la delincuencia en un 50% con su programa de "llegar solo a la escuela".

"Si yo fuera delincuente, sabría que un lugar en el que cuidan a los pequeños no es un buen territorio para actuar. El bandido necesita descuido, abandono, desconfianza, oscuridad y miedo. Por eso siempre recomiendo a los padres que dejen a los niños solos en la calle";.

A la pregunta de ¿por qué tenemos tanto miedo? Tonucci dice que los educamos a nuestros hijos insuflándoles el miedo a los demás y eso es lo peor que podemos hacer como padres. Agrega: "Hay violencia contra los niños y las mujeres, pero el 90% proviene de los familiares, de los educadores o de las parejas, y no de lo que sucede en la calle".

"Es fundamental que no le den criterios de selección, si no los feos serán pedófilos y los prejuicios le empujarán a ver monstruos".

Frato asegura que la infancia hoy es un mercado y que la publicidad maneja a los niños, y educa esa manipulación.

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Sobre este tema continuó el debate en la segunda parte de La Tertulia.

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