A 30 días del comienzo del conflicto, RIOGAS señaló que siempre mostró buena disposición y asistió a numerosas instancias de diálogo con las autoridades y el sindicato, haciendo propuestas acordes a sus posibilidades económicas actuales.

Sin embargo, fue enfática en aclarar que no es posible acceder a las propuestas de renovar los contratos zafrales, como el sindicato quiere imponerle a la empresa por intermedio del Gobierno.

RIOGAS expresó que realizará una importante reorganización del trabajo y reestructura, desvinculando personal y enviando empleados al subsidio por desempleo.

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Respetando la normativa vigente, es la empresa la que debe poder decidir cómo organiza el trabajo y gestiona su operativa. Todas las acciones llevadas a cabo por la empresa y las previstas, son necesarias para mantener su viabilidad.

El sindicato se equivoca al asimilar el conflicto a un partido de fútbol ("Desde el SUTS hemos planteado ponernos ‘cero a cero’ …";). Esto no es un deporte ni un divertimento, y que el sindicato realice esta comparación es una absoluta falta de respeto a las más de 3.300 familias que directa e indirectamente dependen de RIOGAS, y que se están quedando sin su fuente de ingresos.

No resulta admisible, que se continúe amparando una lógica perversa, que implica que un sindicato desbordado imponga medidas de fuerza ante cualquier decisión operativa que adopta una empresa, y se entienda que la salida del conflicto consista en que el sindicato deponga esas medidas y la empresa deba dejar sin efecto las decisiones adoptadas u otorgar más beneficios económicos. Esta lógica implica que es el sindicato el que toma las decisiones empresariales. Esto no es negociar, es imponer.

El daño que se está ocasionando a RIOGAS, a sus trabajadores, clientes, distribuidores y proveedores, es irreversible y continuará agravándose en la medida en que el sindicato mantenga su posición intransigente.

Estamos seguros de que estas medidas sindicales ilegítimas (violatorias de las cláusulas de "Paz laboral"; y de "Solución y prevención de conflictos"; de los convenios colectivos firmados), desproporcionadas e injustas, no son compartidas por muchos trabajadores de RIOGAS, ya que únicamente les genera daños.

RIOGAS, haciendo honor a sus 40 años de trayectoria ininterrumpida, continuará operando y liderando el mercado del supergás en Uruguay.

RIOGAS agradece las muestras de apoyo de clientes, distribuidores, cámaras empresariales y de la población. La empresa apela a la reflexión de todos los involucrados, para poder retomar sus actividades.

En conclusión, las medidas sindicales que le están aplicando a RIOGAS y que apuntan a generarle un enorme perjuicio, claramente no benefician a sus trabajadores ni a la población, por lo que nos preguntamos quiénes son los que verdaderamente se benefician con las mismas.