La pequeña se crió hasta los 4 años con el padre cuando se presentaron familiares que le dijeron que por ser hombre y estar solo, le resultaría difícil educarla, por lo que se ofrecían para cuidarla.

El hombre creyó como cierta la ayuda, ante la amenaza que fuera derivada al INAU por el solo hecho que era hombre y homologó en el juzgado de violencia especializada de séptimo turno, el traslado de la custodia.

El padre fue engañado en su buena fe ya que la niña empezó, ahora con 8 años a tener compartimientos extraños, a presentar golpes, entre otros.

Graciela Castillo, recurrió a la organización Stop Abuso, y relató a Espectador al día que la niña contó ante la policía los tratos a los que era sometida en el hogar donde está viviendo.

A pesar de ello la justicia resolvió que la niña regresara con sus agresores, lo que es una situación fuera de lugar y este lunes se presentarán ante la justicia y la policía para denunciar que los derechos de la menor son vulnerados porque los médicos constaron que estaba siendo maltratada y abusada.

Castillo dijo que el padre radicó la denuncia ante la seccional junto a la niña. La pequeña, ante la pregunta del comisario si quería relatar lo que ocurría, accedió.

La justicia resolvió, cuando el comisario le comunicó la situación, que fuera restituida al hogar en donde la estaban agrediendo, algo que Castillo señaló como insólito e increíble.

Este lunes Castillo, en compañía del padre y la organización STOP ABUSO, realizarán una movida ante el juzgado, la policía, y médicos, para intentar revertir la situación. La niña no fue entregada al padre el sábado cuando la fue a buscar, por lo que sospecha que la maltrataron.

Castillo puso la responsabilidad de lo que le pueda pasar a la niña en la justicia.