Villarreal dijo en entrevista con Rompkbzas que "hoy decimos que no vamos a recibir más familias sirias por las diferencias culturales, pero no se van a cerrar las puertas". Según explicó, hay un documento avalado por el gobierno en pleno que define la política formal de refugiados. "No son solo las 45 familias sirias las que están refugiadas en Uruguay", dijo.

"Somos un país abierto a otros pueblos y esto es clave", señaló. Dijo que el gobierno ha consolidado lo iniciado en la anterior administración. "Están llegando colombianos y haitianos y de otras nacionalidades", dijo, al tiempo que pronosticó que el fenómeno crecerá con los años. 

Según denunció el jerarca hoy "a mujeres dominicanas se las trae para trabajo sexual o trabajo casi esclavo. Hay que atender estas realidades pero también la situación de los uruguayos", sean ciudadanos o habitantes.

Planteó que en su materia es necesaria una visión integral. "Muchas veces se conciben los derechos humanos desde la filosofía y no desde el derecho, por eso hay que pensar en los derechos y obligaciones", dijo.

Para Villarreal, los derechos humanos no hacen referencia solo al pasado reciente sino que también "lo es hacia el pasado lejano, los derechos de las mujeres, los afrodescendientes".

Cárceles

Sobre la situación de las cárceles en Uruguay, Villarreal dijo que desde la Secretaría lo primero es "indignarnos con la violación de los derechos humanos de todos los uruguayos".

El comisionado parlamentario para las cárceles, Juan Miguel Petit, aseguró que el sistema penitenciario uruguayo es "de otro siglo" y el Estado uruguayo hace "abuso de autoridad" e incumple normas de derechos humanos que aprobó. "Hay incumplimiento de las normas de derechos humanos. El Estado debe cumplir. Eso es una especie de abuso de autoridad. El Estado tiene que asegurar ciertos estándares mínimos", dijo en El Observador.

El jerarca dijo que lo que plantea el Comisionado Parlamentario es correcto, pero señaló que la situación ha mejorado. "Hace unos años había 140 presos en un lugar para 100 y hoy tenemos 112. Todavía no está resuelto, pero está mejorando la situación", explicó.

"Yo iría a una utopía; bajaría el nivel de reclusión", dijo. Cuestionó el pedido de más encarcelamiento. Dijo que es necesario apuntar a "salir de la lógica del encierro y del miedo". Según explicó, hay países que mejoraron las formas de reinserción mejorando tanto las cifras de criminalidad como de encierro.

Villarreal reconoció que es una situación "brutal" que haya presos con condena sin acceso a un defensor público. "El violentamiento a un individuo debe indignarnos igualmente, pero tenemos que ver el proceso desde lo general, cómo ha mejorado el acceso a las cárceles. Tenemos proporcionalmente en cárceles más gente que casi cualquier otro país de América Latina. El encierro no resuelve, estamos haciendo escuelas del crimen. El supuesto de una Justicia vinculada al encierro tiende a reproducir el problema", dijo el Secretario de Derechos Humanos de la Presidencia.

"Hay que poner a la violencia en un lugar donde nosotros dominemos a la violencia y no la violencia a nosotros, sino reproducimos el sistema del miedo. La violencia no puede situarse como un dato aislado. No es la inseguridad, es la seguridad es el gran tema, y no es construir control", explicó. 

En cuanto a la violencia intrafamiliar, dijo que antes "había una forma de decodificar distinta que ahora cambió y permite visualizarla". Recordó que "la paliza de los hombres a sus mujeres eran cotidianas. Antes no se visualizaba y ahora se visualiza, habría que medirlo. Ha variado la concepción de valores. Hay que reconstruir códigos (...) no valores pasados, sino construir valores éticos de hoy", argumentó.

"El dilema es que no se naturalice la violencia, hay que construir una ética. Lo que hoy se visualiza como trágico antes estaba encubierto", para ello "es tan importante en el desarrollo personal el aspecto material como el afectivo", explicó.

El director del Instituto Nacional de Evaluación Educativa, Mariano Palamidessi, dijo en julio que "estamos formando dos razas distintas: una parte de los jóvenes de hoy, en el futuro próximo, podrán entender los desafíos de la sociedad: la democracia, los cambios climáticos, la violencia o los problemas económicos; pero otra parte no podrá entender y, al mismo tiempo, será convocada a decidir sobre los asuntos públicos". En cuanto a esta situación sobre a la creación de "dos razas", Villarreal admitió que es cierta y "hay que cambiarla mediante políticas sociales".