El antropólogo Nicolás Guigou, señaló que la violencia en este deporte está vinculada a la identidad de los sujetos que lo manifiestan en la hinchada. "Necesito ser violento para pertenecer" a ciertos sectores, dijo.

El exministro del Interior, Guillermo Stirling, opinó que "el Estado tiene que actuar. Es inconcebible que la Policía esté fuera del circuito" de la seguridad en el fútbol. "No puedo concebir el alejamiento del Estado".

"La violencia del fúbol es parte de un todo. El Estado no quiere reprimir, y reprimir para conservar valores" es necesario, manifestó.

Hay que tener "mano dura, y defender los derechos humanos de la gente", sostuvo Stirling.

El expresidente del Club Nacional de Fútbol, Ricardo Alarcón, hizo incapié en diferenciar a los hinchas de los criminales que han llevado adelante hechos delictivos. "Una cosa son los delincuentes y otra cosa son los hinchas", remarcó.

"Es coherente pensar que si el Estado uruguayo ha abandonado determinados barrios. ¿Por qué no va a ocurrir lo mismo en determinados estadios de fútbol?", se preguntó.

Guigou, por su parte, destacó que "tenemos diferentes niveles de violencia, en el mundo del trabajo, intrabarrial", y concluyó que "la violencia en el fútbol es un reflejo de esa violencia que vivimos como sociedad", aseguró.