El director Nacional de Policía, señaló que hubo constatación de conexiones delictivas entre hinchas de Nacional y Peñarol. "No es por la venta de drogas dentro de los partidos o durante ellos (...), el partido de ellos se está jugando fuera";, destacó y sostuvo que estos grupos delictivos son un "ejército" que "se pone bajo el sentimiento de un cuadro".

Reconoció que "faltan herramientas para erradicar la conducta violenta de los escenarios deportivos";. Y además entiende que "la estructura está mal", y "lo que pretendemos modificar es esa estructura" para enfrentar este tipo de situaciones.

El problema de la violencia en el fútbol "lo podemos controlar, si dedicamos todos los recursos que tenemos a esta situación. Pero desatendemos otras", admitió.

Layera mencionó que para el próximo clásico la Policía tiene planificada, dentro de su estrategia para contener la violencia, la dedicación de "un cuerpo policial especializado en este tema".

Y llamó a los hinchas a "autocuidarse" y "autocontrolarse" para evitar la acción policial. "Invitamos a todos los simpatizantes de Nacional y Peñarol a colaborar con las medidas que se van a adoptar (...), para demostrar que es posible revertir estas últimas situaciones sin que exista represión policial como forma de dirimir un partido de fútbol".

Por otra parte, reflexionó sobre la herencia militar que la Policía Nacional arrastra desde los años de dictadura en el país. El cuerpo militar "dejó su huella" en la institución, y "aún hoy permanecen hechos que se expresan en la conducta de algunos policías, principalmente el principio de autoridad", indicó Layera, que destacó que muchas veces se mantiene el principio de "supremacía sobre cualquier tipo de valores".

"Ese principio de autoridad es con un autoritarismo, con una percepción de abuso sobre la parte civil", remarcó.

"Aun hoy existe un debate donde muchos anhelan mantener ese principio de autoridad que se tenía en la vía pública con la gente", reconoció.