Al respecto la declaración final alerta sobre la necesidad de "promover sociedades resilientes desde una concepción amplia del término que no aborde solamente los fenómenos naturales (terremotos, inundaciones, maremotos, etc.) sino que también tenga en cuenta las tensiones que experimentan las ciudades en desempleo, criminalidad, narcotráfico, marginalidad, falta de infraestructura básica, etc..";

Luego de tres intensas jornadas de debates y acuerdos en torno al presente y futuro de la región, en la que participaron representantes más de 130 ciudades de América del Sur, cerró la Cumbre en Santa Fe, con una declaración que manifiesta el compromiso en ese sentido.

Allí se consensuó la necesidad de trabajar por la mejora educativa, la promoción cultural, la generación de oportunidades laborales, la construcción de un ambiente urbano sostenible, y la implementación de políticas de inclusión social.

El cierre de la Cumbre también marcó el traspaso de la presidencia de la Red, de la ciudad brasileña de São Paulo a la argentina de Santa Fe, que ejercerá este rol hasta noviembre de 2017.

Otro punto destacado de la jornada fue la aprobación del primer programa de Cooperación Sur Sur de la región, que la Red pondrá en funcionamiento a partir de 2017, con el objetivo de fomentar y fortalecer el apoyo técnico entre las ciudades, el desarrollo de proyectos regionales, la formación y el financiamiento de iniciativas innovadoras e inclusivas.

Durante la XXI Cumbre de Mercociudades, se abogó por la necesidad de combatir los principales problemas que enfrentan hoy las ciudades de la región, el desempleo, las desigualdades y el impacto del cambio climático, reafirmando la necesidad de acceder a mayores recursos económicos y competencias para gestionar correctamente los territorios.

Participaron de la Cumbre destacadas autoridades y representantes de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay, Perú y Uruguay, junto a invitados especiales de diversas organizaciones regionales y mundiales.