La Audiencia Opina

Carta dirigida al presidente de OSE

(Mensaje enviado el 11 de enero de 2005)

"Sr. Presidente de  OSE

Don Carlos Rodríguez Landoni

De  mi consideración:

 

Por medio de estas líneas deseo hacer llegar a usted algunas sugerencias que redundarían en una mayor eficiencia del servicio, dejando, asimismo, un recuerdo positivo de los gobiernos democráticos.

 

Desde hace unos años los montevideanos venimos padeciendo frecuentemente la triste sorpresa de obtener barro, en vez de agua, al abrir la canilla.


Si pretendemos reclamar a OSE, en la mayoría de los casos, de lograr comunicación telefónica, nos enfrentamos con una central automática que nos mantiene permanentemente en espera de ser atendidos, acumulando pulsos para ANTEL, en las horas más costosas, sin que se llegue nunca a un contacto con persona alguna.


Si excepcionalmente algún humano llega a responder, comienza por dar una justificación, sea reparaciones, sea problemas en los depósitos, sea en las usinas potabilizadoras, pasando luego a aconsejar que dejemos las canillas abiertas hasta que se normalice, y hasta el Presidente del Ente sale en TV para informarnos que el barro no es perjudicial para la salud, lo que hace pensar que, por lo tanto, OSE no tiene razón de ser. En el problema de esta última Navidad, repetido a Fin de  año, se esgrimió un aumento de consumo, pero siempre en verano hubieron elevaciones de demanda pero no aluviones de mugre.


Pero así como UTE, en casos de anomalías en el suministro, renuncia al cobro de la factura mensual, OSE encarece. Sumándose a los pulsos telefónicos en el comúnmente fracasado intento de efectuar el reclamo o solicitar información, el costo del agua que debe "dejarse correr", el incremento del impuesto de saneamiento por lo anterior, el importe del agua envasada que debe adquirirse para sustituir el barro "potable" en el aseo, incluyendo lavado de ropa, bebida y confección de comida, así como reposición de aquella que fue cocinada con barro inadvertidamente usado.


En tiempos pasados, cuando OSE contaba con técnicos idóneos, periódicamente funcionarios del organismo purgaban las cañerías desde los hidrantes, quedando en las calles un grueso depósito térreo que correspondía al que hoy OSE pretende que ingeramos. Y no hablo del "tiempo de los ingleses", sino de hasta al menos la década de los ’60 en que el organismo respetaba a sus clientes y dedicaba más de su presupuesto de sueldos en personal como el mencionado y menos en el dedicado a cortar el suministro a tantas familias cuya angustia económica les impide pagar un par de escuálidas facturas. Quienes sabemos de Hidráulica, por otra parte, podemos demostrar que los sedimentos acumulados pueden ocasionar, incluso, la rotura de cañerías de que tanto se queja el Ente, así como la disminución de presión que impide al agua llegar a zonas a las que antes llegaba, puesto que no habiéndose producido terremotos, éstas no se han elevado.


Recordemos que uno de los principales argumentos o pretextos esgrimidos por quienes promovieron el plebiscito y que lograron que el enorme rebaño, siguiendo al cencerro y sin saber siquiera qué significaba, concediera el monopolio a OSE, fue la mala calidad del agua suministrada por URAGUA. Pero OSE es estatal y su agua, aún barrosa, es saludable, potable y especialmente en este caso, más alimenticia, por espesa. Lamentablemente, aún quedamos vivos muchos dinosaurios de la época en que se pensaba, se sabía y se razonaba, a los que no conforman explicaciones para Charoná.

 

Es conveniente que quienes se mueven dentro de los ámbitos políticos tomen contacto con el Pueblo, pues se enterarían de su pensamiento. Así, en estos días vergonzosos para OSE habrían oído, como yo, quienes suponen que "quieren enfermarnos a todos", quienes hablan, al coincidir con ambas fiestas, de una venganza de las autoridades por el Plebiscito, que igual castiga al 50% que no lo votamos y hasta no falta quien cree que entre la plana mayor exista algún accionista de  las empresas que venden filtros o de las envasadoras de agua. Indudablemente, ninguna de estas teorías beneficia al Ente.


Queda proponer al Sr. Presidente tres medidas, que seguramente serán rechazadas:

1°- Que se vuelva al purgado de cañerías;

2°- Que no se cobren, o al menos se rebajen en un 50 %, las facturas de los meses en que se suministró barro por cañería. De todas formas, lo que no se cobre a los particulares se lo hará a las empresas que filtran y envasan, que habrán incrementado el consumo. Y a tarifa industrial, superior.

Y 3°- Que la Central telefónica sea atendida por un humano y no por una máquina que se burla del público.

 

Deseándole un feliz año, lo saluda muy atentamente,
Prof. Carlos Luis Larralde"