Memorias de engañosas apariencias
"Uno descubre quién es el otro si el otro quieren", sostuvo el escritor Miguel Ángel Campodónico que está presentando su último libro 'No me interesa escribir memorias'.
En la entrevista en Rompkbzas con Daniel Figares Campodónico contó que estuvo en la casa de Elmar Castiglioni, que le había prometido acceso al archivo que hoy está en discusión por sus contenidos. "Lo que más me atraía eran las cintas", dijo. Campodónico agregó que Castiglioni nunca le dio acceso a la información por lo que dejó de lado el proyecto de escribir un libro con su historia.
El escritor fue el primero en escribir sobre José Mujica, cuando fue electo diputado y también publicó otro libro sobre el exdictador Juan María Bordaberry. Contó que a sugerencia de un conocido se decidió a escribir sobre la vida de Mujica, por ser "el primer tupamaro en asumir un cargo en el parlamento". "Yo lo escuchaba en la radio y miraba en televisión y era un hombre diferente, había roto todos los esquemas de vestimenta y de trato con los medios. Lo llamé y me dijo que no, sin explicaciones. Pero luego de un viaje que hice, el editor me pidió que lo insistiera y me dijo que sí".
"Cuando ya estaba bastante adelantado, le dije que le iba a dar las páginas que había hecho. A los pocos días lo llamé, me atendió y me dijo de las peores cosas que se le puede decir al otro. Entonces no contesté una sola palabra. Colgué y me fui al Palacio. Le pedí al secretario las páginas que le había dejado, y cuando me estaba por ir, me llamó y me pidió disculpas –bastante groseras también-. Era tan grande el trabajo, lectura de diarios, revistas que había hecho, que decidí terminarlo. Y no se lo di a leer. No sé si lo leyó", contó el escritor.
Campodónico se mostró sorprendido por la actitud de Mujica, "las apariencias engañan". Comentó que en sus entrevistas, cuando el objeto del libro era diputado ya decía que quería dejar de lado la política, "pero después fue senador, ministro y presidente", sostuvo. El autor considera que hay una política de "maten al mensajero, un intelectual debe tener sentido crítico".
Campodónico relata en sus memorias que cuando entrevistó al dictador Juan María Bordaberry y le contó: "Mi última hija nació después de asumir en el poder. Y le empezamos a decir 'chichón', porque llegó después del golpe". El escritor dijo que a eso "lo contó entre risas".
"Luego le pedí unos documentos, pero me dijo que podía darme fotocopias. Entonces me dijo que las sacáramos cerca de su casa, sobre la calle Uruguay. Yo caminé tres cuadras por la calle con Bordaberry con la cabeza gacha, haciéndome el desentendido. Yo estaba muerto de vergüenza de caminar con él ", relató.