Puede (y debe) rendir más.
En los últimos días, el Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP) anunció que la cifra de repetición en escuelas en 2016 fue de 4.7%, el mínimo histórico que sigue una tendencia descendente de más de 10 años. En Secundaria, los profesores denuncian que hay una "encubierta abolición de la repetición", a partir de un plan que concibe solo tres notas para los alumnos: Satisfactorio, Muy Bueno y Excelente.
La directora general de Primaria, Irupé Buzzetti, dijo hace días atrás a El País que hay jóvenes que "egresan de 6° con 15 años y no comprenden un titular". La dirigente sindical indicó que esto "no es contradictorio, y en realidad es la constatación de una realidad. Lo peor que podemos hacer es esconder lo que es real. Nosotros debemos leer y mirar la educación en todas sus dimensiones. De aprendizaje homogéneo para todos los niños. Que va más allá de cifras". La dirigente de la Federación Uruguaya de Magisterio, Elbia Pereira, dijo en Rompkbzas que no ve contradicciones "en este dato, que una constatación de la realidad".
"Podemos estar de acuerdo con que muchos salen de 6° y no logran tener los conocimientos suficientes, eso pasa y se constata, más allá de números. Pero hay que mirarlo en su conjunto. Tenemos un límite de edades para mantener al chico en educación primaria. A los 15 no puede estar dentro de un grupo de pares con edades menores. Si hay un estudiantes que necesita otros tiempos para adquirir sus aprendizajes, no pueden quedar indefinidamente dentro de primaria", afirmó Pereira.
Pereira señaló que el proceso educativo "no empieza a los 3 o 4 años cuando empieza en primaria, ni termina cuando sale de 6°. El aprendizaje es más amplio y profundo, y esa es la profundad que habría que darle".
"La no repetición son cifras, pero los que están en territorio, que están diariamente con alumnos, que son los que acompañan, son los maestros que entienden si los niños pueden ser promovidos", indicó. La docente remarcó que "no todos los niños son iguales, ni ingresan ni egresan con los mismos conocimientos. A pesar de que existan consensos de que deben darse aprendizajes mínimos".
No repetición en secundaria "es un dislate"
La Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria (Fenapes) denunció la "encubierta abolición de la repetición" en los liceos, a partir de un plan que concibe solo tres notas para los alumnos: Satisfactorio, Muy Bueno y Excelente.
La propuesta comenzó a funcionar en 2016 y que ya fue rechazada por varios docentes. El texto señala que "en el caso de que los estudiantes no alcancen el nivel básico, los docentes diseñarán las estrategias didácticas y apoyaturas a implementar para lograr que puedan llegar a ese nivel en los tiempos que necesitan", sin darle a los educadores la posibilidad de hacer repetir a los alumnos que no avancen.
Luis Martínez, directivo de la Asociación de Docentes de Enseñanza Secundaria, dijo que esta propuesta "es un dislate, una barbaridad. No creo que admita dos realidades. Cuando se pretende hacerle creer a los jóvenes que aprendieron, y eso va a repercutir con el paso de los años".
El delegado sindical se quejó de que se siga "insistiendo en ese tipo de planes". "Hay un tema que la educación pública no puede resolver, y es la educación que se da en la familia. Nosotros podemos enseñar algunas cosas, pero se educa desde la casa", agregó.
Martínez dijo que "es un plan que se pretende aplicar en algunos liceos del país. Pero el tema es que repetir un año se toma poco menos que como un estigma, como una enfermedad incurable. ¿Cuál es el problema de repetir un año si no están las capacidades básicas?".
El docente remarcó que históricamente "uno de los emblemas nuestros fue la educación, formal, humanística, integral, profunda".
En tanto, el delegado sindical dijo que a los resultados de las pruebas PISA "no hay que tomarlos en cuenta. Está hecho por un organismo de países imperialistas. Habría que analizarlo por otros elementos que no se toman en cuenta, como el entorno del estudiante, los recursos. Hay dificultades que hay que plantear. Hay varios elementos que hay que modificar".
Finalmente, Martínez reflexionó: "La educación no puede cambiar por los avatares de los partidos de turno en el gobierno", reclamando una política que vaya más allá de los colores políticos.