Elías explicó "siempre existió proteccionismo en países centrales, y apertura en países periféricos". Según estimó el prtoceso de globalización está en retirada y un ejemplo de ello es el Brexit, la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, apoyada por la clase trabajadora. "Los trabajadores británicos, de medianos y bajos ingresos perjudicados por la globalización económica, dijeron: 'nos vamos de la Unión Europea porque queremos tener trabajo'", señaló.

"El problema, desde el punto de vista de la lucha de clases, es que Trump promete diciendo 'vamos a cerrar las fronteras a productos chinos y mexicanos. Vamos a producir americano' y eso pagará aranceles y protegerá la industria local", señaló Elías.

La lógica de Trump es "hacer un shock de infraestructura. Eso genera trabajo para los norteamericanos. Con capital público y privado, pero genera dinamismo económico. Va a modernizar el ejército, la marina y la aviación. Es un shock económico en una de las industrias más poderosas de EE.UU.", aseguró.

"Si Trump lleva adelante las medidas económicas que planteó, generará más empleo y a precio más alto que el actual. Los precios de los bienes no van a ser los mismos que en países como China, o donde trabajan niños o donde los trabajadores no tienen protección de su trabajo", aseveró.

A nivel geopolítico, dijo, "tiene aliado a la derecha en Europa, la derecha en América y como enemigos en América a Venezuela, Bolivia y Cuba". En otro plano está Rusia, que "se ha caracterizado por un funcionamiento independiente. Le generó varias derrotas a Obama como el tema Siria. Putin juega a potencia que actúa y toma medidas. Cuando Estados Unidos se plantea la intervención a Venezuela, no militar sino tomar medidas diplomáticas, Rusia se muestra favorable a la libre determinación del pueblo venezolano. Enseguida sale un portaviones ruso a hacer maniobras con la armada venezolana. El aliado más directo de Rusia sería China, y no EE.UU.", explicó.