¿Qué es la microgeneración de energías renovables?
Dentro de los lineamientos estratégicos en materia energética, en Uruguay se ha desarrollado en los últimos tiempos un marco normativo enfocado al desarrollo de la microgeneración de energía a partir de fuentes renovables por parte de empresas y particulares.
Escuche el audio aquí:
La Dra. Victoria Garabato, del Estudio Posadas, Posadas & Vecino, analiza en la Mañana de El Espectador los principales aspectos vinculados a dicho régimen jurídico.
¿Qué es la microgeneración de energías renovables?
Es la generación de energía a pequeña escala, la que realizan los particulares y las empresas, para satisfacer sus propias necesidades energéticas a través de fuentes renovables como la solar, eólica, la originada en biomasa e incluso la hidráulica.
En Uruguay, la microgeneración surgió, en una primera instancia, en lugares aislados que no contaban con acceso a la red eléctrica de UTE.
Lo que se ha logrado a través de la nueva normativa aplicable en materia de microgeneración, es la posibilidad de que los particulares puedan implementar en sus propios hogares o empresas distintas soluciones de generación de energía renovable complementarias o adicionales a la energía proveniente de la red de UTE.
¿Qué dispone dicha normativa en materia de microgeneración?
El marco normativo en materia de microgeneración de energías renovables esta dado, en particular, por el Decreto 173/010 vigente desde el 1° de julio de 2010.
Por medio de dicho decreto se autorizó a los suscriptores conectados a la red de distribución de baja tensión a instalar generación de origen renovable eólico, solar, biomasa o mini hidráulica. Como ya se anticipó, la energía generada puede utilizarse por el propio generador o volcarse a la red. Se habilita así, el intercambio de energía en forma bidireccional con la red de baja tensión.
El Decreto fija además las condiciones económicas y contractuales que regirán dicho intercambio. En este sentido, el Decreto establece que UTE comprará toda la energía entregada por el microgenerador por un plazo de 10 años a partir de la puesta en servicio de las instalaciones de microgeneración, y que la energía entregada a la red se remunerará al mismo precio de la tarifa contratada usuario.
Se optó entonces por un mecanismo que se denomina de balance neto o medición neta de electricidad, que es un esquema por el cual el microgenerador puede compensar los saldos de energía, permitiendo que cuando la demanda de energía sea superior a la producida por el sistema de microgeneración, se descuente de la factura el crédito generado por el generador por los excesos vertidos a la red. Es decir, que opera como una especie de cuenta corriente de energía.
Por último, cabe mencionar que para estar habilitado a realizar el intercambio energético es necesario firmar un Convenio de Conexión con UTE y cumplir con las condiciones generales establecidas por el MIEM para este tipo de proyectos.
¿Qué beneficios presentan este tipo de proyectos para los suscriptores?
Más allá de los beneficios en materia de protección del medio ambiente y eficiencia energética por la utilización de fuentes de energías renovables, enfocándonos principalmente en los beneficios en materia de rentabilidad de este tipo de proyectos, debemos distinguir dos escenarios sustancialmente distintos, que se relacionan con la existencia o no de incentivos fiscales.
Por un lado, la situación de los particulares que deciden utilizar una solución energética de este tipo en sus propios hogares. En este caso, los beneficios económicos estarán dados por el ahorro en la factura eléctrica, pero, dado los costos actuales de este tipo de tecnologías, y ante la ausencia de exoneraciones fiscales, puede no resultar muy atractivo desde el punto de vista de la rentabilidad realizar una inversión de ese tipo.
Por otro lado, la situación de las empresas es sustancialmente distinta en virtud de que para este tipo de proyectos es de aplicación la Ley de Promoción de Inversiones (Ley 16.906 y sus decretos reglamentarios). Dicho régimen permite a las empresas acceder a importantes beneficios fiscales tales como la exoneración de IRAE por un porcentaje de la inversión, así como del Impuesto al Patrimonio sobre los bienes muebles del activo fijo, devolución de IVA de materiales y servicios destinados a obras civiles, y exoneración de tasas o tributos de importación de bienes muebles.
Sin perjuicio de lo anterior, en la medida que la tecnología en materia de energías renovables siga bajando sus costos y mejore los rendimientos, la generación a pequeña escala, incluso para hogares, puede tener un impacto significativo para el país en materia de eficiencia energética.