Entrevista en Suena Tremendo

Marihuana medicinal es reclamada por los pacientes, dice importador uruguayo

Marihuana medicinal es reclamada por los pacientes, dice importador uruguayo

El empresario Gastón Rodríguez Lepera, que representa para nuestro país a un laboratorio internacional de productos de cannabis para uso compasivo, explicó en Suena Tremendo que "hay patologías que no tienen un tratamiento efectivo por parte de la medicina tradicional". Frente a esto, los pacientes "recopilan información" y reclaman este tipo de soluciones.

El 30 de marzo el parlamento argentino legalizó el uso de la marihuana medicinal en ese país: Uruguay lo hizo en el 2013. Sin embargo, los argentinos aprobaron una ley muy distinta a la nuestra. No permite el autocultivo, que sigue estando penado, pero sí la importación de aceite de cannabis por parte de los pacientes y habilita a un organismo estatal a importar el aceite, que va a distribuirse gratuitamente para los pacientes anotados en un registro.

Respecto a la situación del cannabis medicinal en Uruguay, dialogamos con Gastón Rodríguez Lepera, profesor universitario, director de Greenfields Developments e integrante de Symbiosis, una de las empresas que ganó la licitación para cultivar marihuana en predio estatal.

Según Rodríguez, el mercado internacional comenzó a abrirse a la medicina cannábica a partir del caso Charlotte en EEUU. "En Latinoamérica, Uruguay fue pionero en el área recreativa pero con intenciones de ir abriendo la posibilidad del mercado, madurando la situación para cubrir los aspectos medicinales, que hoy por hoy el uso se especializa en lo que se llama el uso compasivo, lo que es una forma especial de poder atender diferentes patologías que no tienen un tratamiento que obtenga mejorías claras de salud.";

El director de Greenfields Developments afirmó que el paciente tiene control de su salud. Al tener una patología, es el paciente quien recopila información en Internet para solucionar sus problemas y propone al médico. "Eso lleva a un proceso que hoy el ministerio (de Salud Pública) está siendo susceptible frente a eso, porque hay patologías que no tienen un tratamiento efectivo por parte de la medicina tradicional";.

Al igual que en Brasil y Argentina, en Uruguay el paciente solicita y el médico receta, seguido de una serie de formularios. "Esa receta y el formulario se presenta ante la dirección técnica de la mutualista del paciente, el director técnico tiene que aprobar el uso de esta medicina. Eso entra en un proceso de salud pública, bastante rápido y ágil, donde analizan y aprueban o no, y si lo aprueban, el paciente está autorizado a importar la medicación que entienda pertinente";, siguió Rodríguez.

Costos.

"En Uruguay el paciente puede pedir hasta un año de medicación que le envíen desde el exterior, en Brasil son entre seis meses y un año, y en Argentina dos meses."; afirmó el integrante de Symbiosis. El costo varía según la patología, ya que hay patologías que requieren más medicamentos, por ejemplo la esquizofrenia.

Rodríguez aseguró que los costos van "desde ochocientos dólares por un tratamiento anual -cuando se trata de un tratamiento económico que no requiere mucha cantidad de producto, por ejemplo un tratamiento de epilepsia o párkinson-, a diez mil dólares al año por un tratamiento de esquizofrenia";.

El uso de aceite de cannabis casero.

"Las personas están intentando resolver sus problemas de salud con una planta. Me parece interesante porque hay un cambio de mentalidad al respecto. Lo que sucede con el aceite hecho de forma casera, es que nadie sabe cuáles son los componentes al final del proceso. No sabemos qué tiene, de hecho el IRCCA y el MSP están intentando poner un poco de rigor en ese aspecto por nerviosismo de lo que le puede pasar a la persona, que no se sabe lo que está tomando";, afirmó Rodríguez.

"Por otro lado, es formidable que la población busque alternativas a la medicina tradicional, que por ejemplo en algunos casos no hace efecto."; Rodríguez sostiene que en el caso de Uruguay el proceso es más maduro que en los demás países, ya que se trata de "salir de la hipocresía y encaminar un proceso de soluciones.";

Rentabilidad del proyecto.

Uno de los interrogantes que surgió con la ley fue la rentabilidad del negocio. "Desde un comienzo sabíamos todos que no iba a ser negocio rentable y fácilmente comprobable a priori. Era más un desafío, un negocio de riesgo"; admitió Rodriguez.

"El objetivo es hacer el juego paralelo a la intención de gobierno de combatir al narcotráfico con un producto de mejor calidad y que no viene de contrabando."; Rodríguez agregó que también se pone en riesgo el respeto por lograr un cambio en la sociedad de Uruguay.