Robert Parrado: "En el sistema carcelario hay mucha improvisación"
En junio de 2016 Pablo Goncálvez fue liberado luego de estar veintitrés años en prisión por la violación de una mujer y el asesinato de otras tres, entre 1991 y 1993. Goncálvez fue condenado a treinta años de prisión pero se redujo su estadía en la cárcel gracias al estudio y el trabajo que realizó allí. El viernes 23 de junio fue a prisión nuevamente, esta vez en Paraguay, por la posesión de cocaína y armas.
Para hablar sobre la posibilidad que brinda la legislación para redimir penas por trabajo y estudio, estuvieron en La Tertulia de este jueves de La Mañana de El Espectador, el psicólogo, licenciado en seguridad y perito judicial Robert Parrado, la directora ejecutiva de la Consultora Cifra, Mariana Pomiés y el dirigente colorado, José Franzini.
Pomiés opinó que son temas que preocupan mucho a la sociedad "y más en casos de notoria trascendencia como fue el de Goncálvez". Agregó que la ley "tiene que ser lo más inclusiva posible, pero cada caso es un mundo. Hay que dar la posibilidad, hay casos y casos. No todos estudian o trabajan por la misma motivación, ni obtienen los mismos resultados. A veces la generalización puede ser riesgosa, hay gente que logra, a través de esas medidas, cambiar y otros que no".
Consultada sobre su opinión sobre la rehabilitación o no de Goncálvez, la tertuliana dijo: "me cuesta creer que sicopatías que llegan a ese extremo se logren curar".
Por su lado, Parrado dijo que "cuando uno piensa en un tratamiento primero debe haber un diagnóstico. En el sistema carcelario hay mucha improvisación. Jugamos mucho para mostrar lo lindo, es difícil ser juez y parte cuando se está definiendo esa realidad. Estas leyes, como la que benefició a Pablo Goncálvez, también fue beneficiaria de asesinos seriales y violadores seriales. La ley parece que fuera hecha por maestros o docentes, se piensa muy románticamente, cómo estudiamos, cómo trabajamos, y después ves un video donde aparece la comida en una olla, que es un ensopado, que es insoportable caminar cincuenta metros detrás de ella".
"Tiene que haber una política de Estado, que va más allá del partido de turno, y tiene que haber un plan, y en esto uno cree que no existe (…) Todo lo que haces en la cárcel te vuelve. Si es saludable, genial, pero si el resultado en la cárcel no es bueno, es complicadísimo. Nos hace falta una mirada integral", expresó el perito judicial.
Por su parte, Franzini dijo que "el caso Goncálvez sorprendió a la sociedad uruguaya, por varios motivos. Es posible que el Uruguay no haya tenido ni en números este tipo de psicopatías, y en el mundo son muy pocos casos. La legislación uruguaya apunta a la inclusión y a la rehabilitación, apunta la ley pero no la realidad. La realidad es que lejos de rehabilitar, empeora. Lo que hacemos en las cárceles es descolgado del mundo. Debemos tener las peores condiciones de reclusión del mundo, hay partes del Comcar que no están ni censadas".
"Como país no podemos separar las políticas de cárceles y de educación, tiene que ser un todo. Conocí gente que estuvo treinta años en un penal y se rehabilitó. Estamos hablando de otro Uruguay, tenía desarrollado lo humano, apuntaba a la rehabilitación y lo cumplía. Ese Uruguay se nos fue. Hay que invertir, pero sobre todo hay que terminar con la improvisación", finalizó el tertuliano.