La directora de la institución, Diana Lucero, fue separada de su cargo y se le inició un sumario por realizar una actividad en el centro educativo en contra del aborto, sin autorización de la Inspección General de Secundaria. Además, se le retendrá la mitad de su sueldo.

Sobre esto Franzini opinó que "las decisiones están establecidas en una normativa, no es drástico o no drástico. Lo que permitió la directora viola la laicidad. La investigación otorgará garantías o no para saber si se violó o no la laicidad. Fue tan rápido porque había muchas pruebas".

Por su parte, Pomiés opinó que es una medida anticipada y expresó que "no hay méritos. Primero no se puede separar el mérito. La Iglesia está. La laicidad es una palabra que le para los pelos de punta a todos los agnósticos y ateos, que son minoría en el país. Es todo aparente, porque todavía se investiga. Se dictó un taller que o viene descolgado porque dentro de la enseñanza ya hay una materia que trata el tema del aborto, que creo que la forma de trabajarlo viola la laicidad, porque es una decisión del Consejo de Secundaria, pero como es para el otro lado, a nadie le importa. A nadie le molesta que se pierdan estudiantes, que eso también viola la laicidad. Está establecido en la Constitución que la educación sea obligatoria".

Sobre esto, Soto consideró que "la decisión moral en torno a si abortar está bien o mal no está de fondo, pero la ley lo permite. Que se trabaje y se trate en la educación no viola la laicidad. Ver las diferentes posturas está bien, pero el problema está en introducir la religión. Es importante informarle a los jóvenes sobre la ley", concluyó.