Como te digo una cosa te digo la otra
El lingüista y pensador estadounidense Noam Chomsky fue invitado por la Fundación Liber Seregni para ofrecer una conferencia sobre "Los desafíos para construir democracias solidarias". La mesa fue presidida por José Mujica, alguien que pocos recuerdan, despreciaba al general Seregni en vida.
Justo ayer además, algunos ciudadanos definidos como progresistas hicieron circular la frase:"el fascista habla todo el tiempo de corrupción". Pero Chomsky también habló de la corrupción y la incapacidad de la izquierda latinoamericana para enfrentarla.
El pensador ofreció una visión muy pesimista sobre el futuro, sin aportar nada que ya no haya sido debatido en cualquier boliche por ciudadanos comunes. Tampoco dio su visión sobre una posible salida futura.
Sobre los problemas ambientales y la globalización no dijo nada que ya no hubiera sido reiterado por el intelectual uruguayo Eduardo Gudynas entre otros.
Durante la presentación Mujica "agradeció la suerte de ser una especie de humilde trampolín para que el mundo de los jóvenes, el mundo intelectual uruguayo, pueda conocerte y testimoniarte el afecto por lo mucho que has sembrado" y afirmó que no hay porvenir "sin intelectuales comprometidos".
Pero vale recordar que tanto en sus orígenes tupamaros como desde su condición de presidente, Mujica expresó su desprecio por los intelectuales compatriotas.
Hubo otras cosas que Chomsky no dijo ayer pero había señalado en abril de este año. En una entrevista realizada por el noticiario televisivo, radial y de internet norteamericano Democracy Now, Chomsky acotó que los gobiernos de izquierda en América Latina no aprovecharon la oportunidad que tuvieron para tratar de crear economías sostenibles y viables.
"Venezuela tiene realmente una situación de desastre. La economía se basa en el petróleo, probablemente en mayor medida como nunca antes. Y la corrupción y el robo han sido extrema, especialmente después de la muerte de Chávez", afirmó el izquierdista Noam Chomsky, personaje al que el chavismo adoptó como uno de sus gurus hasta que comenzó a deslindarse del gobierno.
"Casi todos —Venezuela, Brasil, Argentina y otros— se apoyaron en el alza de los precios de las materias primas, que es un fenómeno temporal. Los precios subieron principalmente debido al crecimiento de China. Así que hubo un aumento en el precio del petróleo, de la soja, entre otros. Y en vez de tratar de desarrollar una economía sostenible con la manufactura y la agricultura, simplemente confiaron en las materias primas que podrían exportar", dijo.
Antes en el 2015 Chomsky había afirmado que "en América Latina, el modelo de Chávez ha sido destructivo".
Sobre Brasil recalcó que la "enorme corrupción" también ha sido un factor en ese retroceso que observa en América Latina. Es simplemente doloroso ver al Partido de los Trabajadores en Brasil, que llevó a cabo medidas significativas; simplemente, no podían mantener las manos fuera del cesto. Se unieron a la élite extremadamente corrupta, que está robando todo el tiempo, participó también en ella y se desacreditó. No creo que el juego haya terminado".
En nuestra columna del viernes decíamos que el drama de toda América Latina es tener gobiernos corruptos, gobernantes enriquecidos, empresarios cada vez más ricos, y millones de pobres.
Y hoy agrego que también forma de ese drama, seguir creyendo en mesías y en tipos que sólo son mediocres filósofos de boliche que como te dicen una cosa te dicen la otra.