Abdala aseguró que el policía estaba en una situación de irregularidad, pero "hay una doble tensión jurídica, porque si bien está la prohibición expresa en términos de incurrir en una falta, en el plano administrativo, en el plano penal no lo estaba. Por eso hay una incongruencia".

"Si Coronel hubiera abatido al delincuente, hubiera actuado en la obediencia legal en términos policiales, penales, podría haber sido obediencia legal en materia policial, o hasta en legítima defensa. Yo lo hubiera acompañado al juzgado, y lo más increíble del asunto, es que probablemente hubiera tenido un ascenso", dijo el entrevistado.

Además, contó que los policías están en su función las veinticuatro horas del día, "no abdica de esa naturaleza jurídica por más que no esté estrictamente en su horario de funciones, le corresponde por competencia esa tarea".

Por otro lado, Abdala recordó que gracias a la ley aprobada en la Rendición de Cuentas de 2010-2011, el servicio conocido como 223 no está permitido, y el 222 "está permitido pero de forma acotada y ambientado a muy pocas actividades".

El asesor del Sindicato de Funcionarios Policiales de Montevideo llamó a una reflexión para avanzar sobre el sistema 223, y el marco normativo, para profesionalizar a la Policía, ya que en la mayoría de las veces, frente a un hurto, una rapiña o un robo, los funcionarios "disparan por primera vez, contra malandros que están muy preparados y tienen un manejo de las armas que mete pánico".

A esto agregó que para tener una mejor policía hay que profesionalizarla más, "por eso hay que trabajar en el plano policial. Veo policías que están quemados, su cabeza no resiste más. Si el jerarca de área llega a ser un déspota, el policía está en un gran lío, tiene que soportar una gran presión y ni te digo la policía femenina, de todas formas ha mejorado, pero todavía estamos lejos".

Consultado sobre el límite entre darle mayor garantías jurídicas a los funcionarios policiales y el "gatillo fácil", Abdala opinó que "la norma jurídica es solo un instrumento que funciona como una garantía para su actuación y no para generar una violencia en la sociedad. La policía de hoy no siempre actúa con la libertad de conciencia, no siempre tiene las de ganar porque se enfrentan con una delincuencia bastante más habilidosa".

Sobre los casos que transcendieron de violencia doméstica en manos de funcionarios policiales, Abdala consideró que es un "terreno más fértil" para que se den estas situaciones, "la violencia es medio que 'natural' en nuestra sociedad, pero en la policía mucho más", expresó el entrevistado e informó que se denuncian unos quinientos casos explícitos por año.

"Muchos de los funcionarios policiales que están bajo el protocolo de violencia doméstica, por otro decreto del Poder Ejecutivo, son pasibles de ser trasladado a la cárcel, lo cual es un delirio, porque en el plano de lo que es una cárcel, lo que uno no tiene que hacer es mandar a un eventual violento a ellas. Además ese policía se va a ver cara a cara con aquel que intentó infringir la ley. Esto no es aconsejable", sostuvo el abogado.