Guigou opinó que "como parte de la cultura uruguaya, es un componente importante aunque no nos guste. Uno de los factores que uno ve con mayor vehemencia es la violencia institucional. Uruguay es un país muy institucionalizado y muy institucionalizante, y la violencia que allí se ve es muy grande. Hay que pensar mucho en la mediocridad uruguaya para pensar en el suicidio (…) Los uruguayos somos muy violentos en las interacciones cotidianas, con una violencia muy perversa y muy sutil. En el ámbito público como en el privado, deberían haber regulaciones serias para cortar con esto".

Montalbán consideró que el suicidio es un problema creciente en el mundo, en parte, por el consumo de sustancias psicoactivas. "El suicidio es la principal causa de muerte violenta. El aumento de los suicidios se viene dando de forma sostenida desde 2013, y el Ministerio de Salud Pública lo ha tomado como uno de los quince problemas prioritarios a encarar en este período de gobierno. Si bien hay una estrategia nacional 2017-2020 elaborada por la Comisión Honoraria Nacional de Prevención del Suicidio, eso lleva implícito que la respuesta sanitaria necesaria es limitada", expresó el tertuliano.

"Debe haber un abordaje intersectorial. Descentrarlo del sector salud, permite avanzar. Es necesario investigar, tener información y datos (…) Debe educarse", agregó el especialista.

Por su lado, Ahunchain dijo que "nos encontramos con una serie de actitudes suicidas que están integradas a nuestra forma de vida. Necesitamos una estrategia general para saber cómo está el país para enfocar este tema, para que, en lugar de estimularse, como está haciendo el IRCCA con la marihuana, combatirla de forma concreta y racional. Es curioso como en Uruguay funcionan las cosas para oprimir la libertad individual, en vez de impulsarlas".