Cosechando Amigos

Un espía entre nosotros

Un espía entre nosotros

Durante más de 30 años un agente de los servicios de inteligencia del Estado permaneció infiltrado en organizaciones sociales y políticas. Las misteriosas asignaciones del agente identificado como "03-E", lo llevaron a los más altos lugares de dirección de la FOEB (Federación de Obreros y Empleados de la Bebida) suplanto incluso en alguna oportunidad a Richard Read en reuniones del secretariado del Pit-CNT.

Luego logró afiliarse al Partido Socialista e integrar el círculo de amistades del dirigente Eduardo "Lalo" Fernández. Y finalmente, sobre esa condición se convirtió en presidente alterno de la Mesa Política Departamental del Frente Amplio, cargo que le permitió participar en varias reuniones del Plenario Nacional de esa organización política.

Según la información difundida el domingo pasado por El País " este agente  se jubiló en 2005, por resolución del Ministerio de Defensa, tras 41 años de servicio (ocho en "servicios militares simples" y 33 en "servicios civiles")".

Su nombre y su foto están circulando ahora por las redes sociales. Pero ese acto de justicia por mano propia no contesta las preguntas más importantes: ¿Quién o quienes dieron la orden? ¿qué hicieron con la información entregada por este agente? ¿hubo ciudadanos presos y torturados como consecuencia de la actividad de este espía? ¿Cuántos agentes ocultos continúan en actividad? ¿qué tareas tienen? ¿han ocupado cargos en las organizaciones vigiladas? ¿qué piensa hacer el Estado con toda la información contenida en los archivos Berrutti y en los archivos Castiglioni?

La discusión que nos debemos no es qué hacer con el agente 03-E, sino como vamos a modificar los mecanismos institucionales para evitar que estas prácticas se reiteren.