Pablo Galimberti: Batlle "saludó con sombrero ajeno" cuando presentó a Macarena Gelman
El obispo de la diócesis de Salto -que incluye los departamentos de Salto, Artigas, Rio Negro y Paysandú-, Pablo Galimberti, relató a La Mañana de El Espectador cómo fue el reencuentro de Macarena Gelman con su abuelo biológico Juan Gelman, quien le solicitó ayuda para contactarla.
Los padres de Macarena habían desaparecido en Buenos Aires. Su padre apareció muerto en Argentina y su madre, María Claudia García, estuvo secuestrada en Montevideo, donde dio a luz a su única hija, Macarena, y permanece en calidad de desaparecida.
"Se reencontraron en una casona vieja de la Iglesia, un lugar adecuado, resguardado, donde se hacían retiros espirituales. El lugar era propicio para el encuentro", contó el religioso, y añadió que le quedaron grabadas las palabras de Juan Gelman hacia la madre adoptiva de Macarena: "yo no vengo a sacarle a su hija".
En este marco, Galimberti se refirió al ex presidente Jorge Batlle, sobre el que declaró que "saludó con sombrero ajeno" el rencuentro de Macarena Gelman con su familia biológica, porque "el verdadero mérito era de Juan Gelman, porque todo venía investigado por él. Fue el gran gestor". También enfatizó en que durante el gobierno de Julio María Sanguinetti quiso investigar el destino de los desaparecidos en la dictadura, pero no lo logró. "A mí me quedó la duda de si detrás de las conversaciones con Hugo Batalla (entonces vicepresidente de la República) no estaba el ex presidente Sanguinetti", declaró.
Consultado si se cumplieron sus expectativas en cuanto a la búsqueda de los desaparecidos, el entrevistado sostuvo que "ahora estamos en otra etapa, el tema fue disminuyendo en su volumen. Se trabaja en otros sectores, en lo político en lo jurídico. En esta etapa de buscar y buscar, dar un paso más. No sé cuáles pueden ser los resultados efectivos".
Por otro lado, el entrevistado aseguró que no se va a retirar del cargo. "Estoy cómodo, tranquilo, con mucha alegría. Hay mucho trabajo, la gente nos necesita y nosotros también, hay muchas demandas que no están suficientemente respondidas. Hay mucho campo de acción", dijo el obispo.
"La Iglesia se tiene que ir renovando permanentemente, no solamente en momentos, épocas, páginas de gloria, sino también en dolores, sufrimientos, pérdidas. También renovándose porque los desafíos cambian, y hay una búsqueda de religiosidad que no tiene siempre las formalidades", consideró.
El obispo manifestó que la confesión "es un secreto absoluto. Uno tiene que morir si es necesario, para no violar este sagrado derecho", haciendo referencia a sus declaraciones luego de la dictadura cívico-militar uruguaya."En aquel momento, algunos obispos me dijeron que la Iglesia tenía que esperar que la Justicia se expida, o sea, el día del golero", mencionó.
Por último, el obispo informó que en noviembre se reunirá con el papa Francisco, a quien conoce desde hace muchos años, contó.