Crecimiento poblacional uruguayo se redujo a la mitad
El bajo número de nacimientos y la fuerte emigración contribuyeron a que el crecimiento de la población residente en territorio uruguayo pasara de 6 por 1.000 a 3 por 1.000, según el último censo. Para el demógrafo Juan José Calvo, "es muy difícil pensar que el fenómeno emigratorio en Uruguay revierta su signo (negativo) en las próximas dos décadas".
(Emitido a las 8.43)
ALFREDO DANTE:
Ayer se reunió el Consejo de Ministros. Era esperable que los voceros, e incluso el propio presidente de la República, hablaran de la crisis financiera, de cómo se la sorteó, que se hablara de desempleo, de economía, pero el presidente sorprendió porque habló de emigración y crecimiento.
"JORGE BATLLE:
Es importante que ustedes sepan que el gobierno a partir de 2003, de diciembre de 2003, comenzó a hacer el nuevo censo, que está prácticamente para ser publicado dentro de dos semanas.
El censo hasta ahora da una población de 3.240.676 habitantes. Esto va a tener muy pequeñas variaciones, siempre hay algún ajuste. La población creció 0,3 por ciento anual.
Los demógrafos estiman que en los ocho años pasados la emigración alcanzó a 95.000 personas, o sea un promedio de 11.500 personas por año. Se constata en términos primarios que la población de Montevideo sigue descendiendo en beneficio del crecimiento de Canelones, San José, Maldonado y de departamentos del norte como Salto y Rivera.
Es bueno que sepan además que los datos de inmigración establecen que por semana se firman entre 70 y 75 solicitudes de radicación en Uruguay, buena parte de las cuales de personas de origen europeo, buena parte de ellas son personas de cierta edad, con buenas jubilaciones, que solicitan radicación en Uruguay."
AD - ¿Cómo observan los demógrafos estas apreciaciones, estos primeros comentarios que hizo el presidente de la República ayer?
Vamos a conversarlo con el economista y demógrafo Juan José Calvo. Calvo realizó sus estudios de grado de Economía en la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración de la Universidad de la República; en sus estudios de posgrado obtuvo la especialización en Técnicas de Análisis Demográfico en el Centro Latinoamericano de Demografía de Naciones Unidas; es docente e investigador del Programa de Población desde 1990 y se ha especializado en temas de población, demografía y economía, realizando publicaciones vinculadas a análisis demoeconómico, movilidad espacial de la población y proyecciones demográficas.
***
Calvo, para empezar sería bueno repasar qué parámetros se utilizan para saber cuánta es la gente que se ha ido del país en un lapso determinado.
JUAN JOSÉ CALVO:
Las estimaciones sobre la migración son difíciles de realizar, existen básicamente dos familias de técnicas para hacerlas. Una es a través de encuestas demográficas, de migración específica, y otra a través de lo que podría llamarse saldos residuales, esto es básicamente medir la cantidad de población de un territorio en dos momentos del tiempo a través de dos censos, luego contabilizar el número de nacimientos y de defunciones que ocurren en ese período de tiempo y después la aritmética es sencilla: se toma la cantidad de personas que uno contó en un momento, por ejemplo en el censo de 1996, le sumamos todos los nacimientos registrados, le restamos todas las defunciones, eso da una cifra que se contrasta con la cifra de un segundo censo, por ejemplo el realizado en 2004, y la diferencia es el saldo emigratorio. Si el resultado de la suma de nacimientos y la resta de defunciones de una población no es igual a lo que luego contamos en un momento del tiempo eso se debe a que han existido movimientos migratorios.
AD - De paso recordemos es bueno anotarlo que ustedes los demógrafos han criticado una y otra vez la falta de elementos constantes para poder evaluar y hacer estudios acerca de la emigración y la inmigración.
JJC - Hemos encontrado dificultades, la migración es un fenómeno de difícil estudio por diversas causas. Y en particular en los pasados años, durante los cuales Uruguay asistió claramente a un muy fuerte proceso de emigración internacional carecíamos de instrumentos precisos tanto sea para el cálculo, para la estimación del volumen que esta emigración efectivamente representaba, como para determinar las características de los emigrantes, las más básicas y otras no tanto, su sexo, su edad, su nivel educativo, su condición socioeconómica, las causas por las cuales las personas estaban emigrando, las posibilidades de retorno. Sobre esto continuamos careciendo de fuentes que nos permitan poder caracterizar la situación migratoria de Uruguay.
AD - Vayamos a lo dicho por el presidente de la República ayer. ¿Cómo calificaría el hecho de que se hayan ido 95.000 personas en ocho años?
JJC - Forma parte de una situación demográficamente estructural instalada en la sociedad uruguaya como lo es la emigración internacional. Algunos colegas dentro de las ciencias sociales han caracterizado a Uruguay como un país de emigración, en particular ése es el título de un clásico escrito por César Aguiar que justamente caracteriza a Uruguay desde el inicio de su historia como un país de emigración.
Yendo a las últimas décadas, en particular a partir de la década del 60 Uruguay ha tenido permanentemente saldos migratorios negativos; esto quiere decir que ha habido más emigrantes que inmigrantes internacionales.
Luego han existido fuertes diferencias en la intensidad de la emigración en algunos períodos de tiempo. En particular en el período 1970-1975 la tasa neta de migración fue negativa y de un valor similar a la tasa bruta de mortalidad, es decir el país perdía tantas personas por mortalidad como por emigración, y el segundo gran período emigratorio correspondió a los años 1999-2002. Esto quiere decir que la emigración se ha instalado como una característica de la sociedad uruguaya, es una característica estructural.
En el pasado los demógrafos llegamos a prever o a hacer proyecciones tendentes a considerar que el saldo migratorio iba a ser nulo, que iba a ser cero. Esas proyecciones no fueron felices, la prueba está en que cuando contrastamos las cifras sobre la cantidad de población que ayer se brindaron con la proyección que se había realizado previamente por parte tanto del Instituto Nacional de Estadística como del sector académico, la cantidad de personas que estamos contabilizando en el país es sensiblemente menor.
AD - ¿Cuánto puede durar este proceso estructural de emigración?
JJC - Es difícil preverlo. La hipótesis tal vez más firme es que la emigración va a continuar con mayor o menor ritmo dependiendo de las condiciones del contexto socioeconómico y político del país en los próximos años. Es muy difícil poder afirmar que la emigración se va a detener porque es un fenómeno demográfico que una vez desencadenado se independiza de sus causas originales; se conforman redes de emigrantes, se conforman nuevas causas que determinan que las personas continúen emigrando, más allá de cuáles fueron las causas originales por las cuales comenzó el proceso emigratorio.
Además estas redes de emigrantes permanecen latentes y se activan, son mecanismos que se activan con extrema rapidez una vez que se dan condiciones objetivas que los facilitan. Un ejemplo muy bueno en ese sentido es lo que ocurrió con el proceso emigratorio en 1999-2002: veníamos de un saldo migratorio negativo, pero el proceso se activó intensamente porque ya existían previamente uruguayos en el resto del mundo, existía la idea de emigrar, todo el proceso se facilitó fuertemente.
Desde mi perspectiva la emigración internacional está instalada y va a continuar aunque las condiciones económicas mejoren sensiblemente. Lo que es probable, por supuesto, es que si esto sucede como creemos que ha ocurrido desde mediados de 2003 y durante 2004 disminuya sensiblemente.
AD - Va a continuar pero no se puede estimar por cuánto tiempo a este ritmo.
JJC - Claramente tenemos signos de que ya no está ocurriendo al ritmo que observamos entre 1999 y 2002; tenemos indicaciones en el sentido de que continúa a un ritmo menor.
Los períodos de tiempo que se utilizan en demografía son muy diferentes de los de otras disciplinas, se piensa que los problemas demográficos deben ser pensados a muy largo plazo con respecto a lo que serían los períodos de tiempo utilizados en la economía, por ejemplo. No tiene demasiado sentido pensar en lo que va a ocurrir en un año, dos o cinco, normalmente pensamos en décadas y períodos de tiempo más extensos.
Es muy difícil pensar que el fenómeno emigratorio en Uruguay revierta su signo en las próximas dos décadas, salvo que nos encontremos frente a situaciones excepcionales. Hay que pensar que no sólo importa lo que ocurra en Uruguay, sino también y mucho lo que ocurra en los lugares a los cuales los uruguayos emigran. Esto tiene que ver con cómo es la dinámica de las economías y la dinámica social y política de los países a los cuales los uruguayos han estado emigrando en los últimos años.
AD - En los últimos años la tasa de nacimiento en nuestro país ha bajado en forma bastante drástica. ¿Lo sorprendió que el presidente manejara ayer esta cifra de crecimiento de la población de 0,3 por ciento anual?
JJC - 0,3 por ciento o, lo que es lo mismo, 3 por mil, para utilizar la forma más usual en que los demógrafos expresamos las tasas de crecimiento, es un valor que se sitúa casi exactamente en la mitad de la tasa de crecimiento en el anterior período intercensal. Esto quiere decir para decirlo más sencillamente que el ritmo de crecimiento ha bajado a la mitad.
¿Cómo se explica esto? Evidentemente no se explica por un incremento de la mortalidad, que en Uruguay lleva ya largo tiempo situándose en alrededor de 10 por mil sin modificaciones importantes. Entonces el bajo crecimiento se explica fundamentalmente por un bajo número de nacimientos. Los nacimientos están descendiendo desde hace ya muchos años en forma muy sensible, en particular si consideramos los últimos 20 años. El otro factor que enlentece el crecimiento de la población es justamente la emigración internacional.
Una combinación de descenso del número de nacimientos con migración internacional de signo negativo, es decir con fuerte emigración internacional, lleva a una tasa de crecimiento demográfico extremadamente baja, de 3 por mil, que es casi exactamente la mitad de la que se observó en el anterior período intercensal.
AD - Me imagino que como país esa tasa de crecimiento nos pone en una situación preocupante desde el punto de vista demográfico a mediano plazo.
JJC - Cuál es el óptimo de población para un país es una discusión académica muy interesante, compleja y que no tiene una respuesta única. Uruguay es un país demográficamente muy curioso, demográficamente inusual; mientras en la segunda mitad del siglo XX el mundo discutía a propósito de que el crecimiento enlentecía el desarrollo económico, en Uruguay la percepción era exactamente la contraria y tengo la sensación de que en el imaginario colectivo prima la idea de que sería bueno que el país tuviera un mayor crecimiento demográfico.
Personalmente no tengo una respuesta que dar a esto, no tengo elementos para decir si el ritmo de crecimiento demográfico es bueno o malo, uno debería contrastar esto con la disponibilidad de recursos, con la calidad de vida, con el bienestar que el volumen de población existente obtiene. Tal vez más importante que la tasa de crecimiento sea considerar los cambios en las estructuras de la población, particularmente el cambio en la estructura de edades y cambios del tipo de la localización territorial de la población en el país.
AD - Otro de los elementos que ha arrojado este censo es que se constata que la población de Montevideo sigue decreciendo en beneficio del crecimiento de la población de Canelones, San José y Maldonado. ¿Cómo se puede calificar este despoblamiento de la capital desde el punto de vista demográfico?
JJC - Esto tampoco es algo novedoso, es otro fenómeno que también podría llamarse estructural pero que hay que matizar. Si bien es cierto que el departamento de Montevideo le pido disculpas, no tengo las cifras que ha manejado el presidente de la República, he manejado simplemente la información que circuló en prensa, por lo que se afirma, ha perdido población con respecto al resto del país, esto ya había ocurrido en el pasado periodo intercensal. Si uno analiza con un poco más de detalle lo que ocurrió en el pasado período intercensal, imagino que lo que ayer se estaba anunciando que había ocurrido debe ser muy similar. Lo que ocurre es que la población de Montevideo se traslada al área metropolitana, es decir que tenemos movimientos de la población hacia los que paradójicamente podríamos llamar los nuevos barrios de Montevideo, porque no están en Montevideo, como Ciudad de la Costa y la zona de San José adyacente a Montevideo. Entonces si bien si tomamos el límite político-administrativo podemos encontrar que Montevideo como departamento pierde población, en realidad lo que tenemos es una relocalización en un área un poco más extensa que llamaríamos el área metropolitana. El fenómeno no es nuevo, no es de los últimos diez años, sino que ya lleva más de dos décadas ocurriendo. Así como también tenemos un fuerte crecimiento en otras zonas del país, particularmente en el departamento de Maldonado.
AD - Que también fue citado ayer por Batlle.
JJC - Claro, el caso de Maldonado, de un extraordinario crecimiento demográfico, que tampoco es homogéneo en el conjunto del departamento. En realidad cuando hablamos del crecimiento del departamento de Maldonado nos estamos refiriendo a una fuerte concentración en la zona de la ciudad de Maldonado, en Punta del Este y en adyacencias que claramente es fruto de la reactivación económica del complejo turístico y de la industria de la construcción que son muy intensivos en el uso de mano de obra y por tanto promueven fuertemente la atracción de personas de todo el país hacia ese departamento. Ese proceso lleva también 40 años, es otra situación demográficamente estructural en el país.
AD - Entonces con respecto a este punto concreto es esperable que por varios años más tengamos un crecimiento en la zona metropolitana y en el departamento de Maldonado.
JJC - Es la hipótesis más razonable a manejar con la información actual.
-----------------
Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe