¿Qué es una cláusula de rescisión en un contrato con un futbolista desde el punto de vista legal?

-Un contrato entre un club y un futbolista tiene mucho de contrato de trabajo y también muchos componentes del arrendamiento de servicios del Código Civil. Dos contratos históricamente hermanados y que parten de un gran principio común: nadie puede obligar sus servicios por tiempo indeterminado.

Este es el primer punto para entender lo que es una cláusula de rescisión en estos casos. Cuando hablamos de un contrato por los servicios de un futbolista, dicho contrato tiene que tener necesariamente un plazo de vigencia. Pero el futbolista, además, puede salirse de ese contrato antes de vencer ese plazo. naturalmente que esa salida no sería gratuita. Es claro que tiene el derecho a no quedarse en un contrato haciendo un "trabajo" que no desea, pero dicha salida tiene que llevar una indemnización a favor del equipo al que no se le respeta la continuidad del contrato.

De esta forma, una cláusula de rescisión es precisamente la manifestación de esta indemnización, pero prevista de antemano. Es decir, es una cláusula adicional a un contrato, pactada en el momento de la celebración de éste o posteriormente, por el cual el deportista u otra persona (u otro equipo) en su nombre, se obligan a abonar al club o entidad deportiva una cantidad estipulada, si se resuelve el contrato de trabajo sin causa justificada, por iniciativa del jugador, antes del término pactado. Como hemos visto en este último tiempo, estas cláusulas terminan funcionando como mecanismos para regular el propio mercado del futbol. Se fijan como clausulas indemnizatorias cantidades lo suficientemente importantes para disuadir de la contratación de un deportista, habida cuenta de que por lo general será la nueva empleadora la que acabe abonando la indemnización. Y si lo hace igual, deja mucho dinero en el camino.

¿Puede haber contrato con un futbolista sin esa cláusula?

-Volviendo al paralelismo civil, puede no existir esa cláusula. Como decía, la cláusula es un pacto de indemnización por anticipado, pero puede no haber esa anticipación. ¿Eso significa que el jugador no puede terminar el contrato? No. Lo que significa es que las partes no tienen el acuerdo por el valor de daños que esa salida genera, pero la salida puede darse igualmente, y después será la justicia la que indique ese valor.

El artículo 17 del Reglamento de transferencia de jugadores de la FIFA específicamente refiere a esta situación y reconoce la posible existencia de contratos sin cláusula de rescisión. Si bien el propio reglamento intenta que, como principio, las asociaciones tiendan a que haya contractualmente esta indemnización (precisamente para evitar la injerencia de las cortes en materia deportiva, cuestión que la FIFA pretende desde siempre, y para hacer más sencilla la salida del futbolista), lo cierto es que no modifica esta realidad del derecho civil: la indemnización puede estar pactada en el contrato o no estarlo, y si no lo está, los daños se miden de acuerdo a la legislación nacional del país donde el contrato se celebró.

¿El valor de la cláusula de rescisión puede ser cualquiera que las partes acuerden?

En principio, si. El principio de autonomía de la voluntad también funciona íntegramente en este aspecto y las propias partes son libres de fijar su indemnización como deseen. Ahora bien, como en todo derecho puede existir un abuso, la cláusula de rescisión no puede utilizarse para fines distintos a los indemnizatorios. Dicho de otro modo: un club no puede incluir una cláusula de rescisión cuyo fin encubierto sea retener al jugador in eternum o impedir realmente la posibilidad de usar la rescisión unilateral a la que tiene derecho.

¿Cómo decir cuando una cláusula es real o no?

-Aquí es cuando se usa, como uno de los indicios (no el único) lo que el jugador gana. No hay relación matemática o estatuto de FIFA que lo diga. Sino precisamente por este principio: si no hay una relación razonable entre el sueldo y la indemnización acordada, es claro que la cláusula parecería ser solo una excusa, ya que no puede reclamarse un daño alto cuando la contraprestación que se le da al futbolista no sea acorde.