La normativa brasileña establece, que las convenciones y acuerdos colectivos en las empresas prevalecerán sobre las disposiciones legales.  A partir de la ley se podrán dividir hasta en tres veces y las pausas podrán modificarse con la condición de que sean de al menos 30 minutos.

Por otra parte, establece la posibilidad de una jornada de 12 horas de trabajo, con 36 horas ininterrumpidas de descanso. El empleador convocará al empleado con un mínimo de tres días de antelación y le informará cuál será la jornada de trabajo. Fuera de ese período, el trabajador no estará a disposición de esa empresa.

La ley crea la figura del trabajador autónomo exclusivo, que podrá prestar servicios a un único empleador pero sin vínculo laboral permanente, y que la rescisión de contratos podrá ser por "mutuo acuerdo" entre empleador y empleado, ya sin necesidad de validación sindical.

También indica que dejará de ser obligatorio el aporte sindical que hasta ahora equivalía a un día de salario al año. Pasará así a ser voluntario. Además, la ley comprende a trabajadoras embarazadas. En trabajos insalubres en grado medio o mínimo, la mujer deberá presentar un certificado médico que proscriba su presencia en esos lugares.

Washington Corallo dijo que no se trata de volver a la esclavitud sino de dar una discusión entre todos los actores involucrados para generar las condiciones de competitividad que Uruguay necesita.

Corallo dijo también que la competitividad uruguaya se verá afectada tras la aprobación del artículo 15 de la Ley de Rendición de Cuentas que otorga al Estado el derecho a posponer los pagos de juicios perdidos.

Marcelo Abdala, Secretario General del Pit Cnt, dijo a Rompkbzas que la propuesta de Corallo es casi un acto de provocación ya que el año próximo se reabren las negociaciones en los Consejos de salario.

Dijo que mientras fenómenos como la automatización empujan a discutir la reducción del horario laboral no se puede volver a normas del siglo diecinueve.

Fuentes Rompkbzas – El País – El Observador