Sobre esto, Pomiés consideró que lo importante es aceptar y promover la diversidad, y que después cada familia decida cómo tratar estos temas con sus hijos. "Bienvenidas otras opciones, otras posibilidades, que además tengan una visión moderna de trabajar con las inteligencias múltiples y la incorporación de distintos elementos al desarrollo de los niños. La afectividad y la espiritualidad tiene que estar presente desde el principio en la formación de los niños", dijo.

Vigil estuvo de acuerdo con sus contertulianos y agregó que "en una sociedad ideal, no debería ser necesario que las confesiones religiosas largaran una guía de educación sexual, porque hay cosas que en los estados civilizados los gobiernos han laudado". Además, enfatizó en que estas propuestas de diferentes religiones son bienvenidas, pero "estamos apagando incendios".

Sobre la guía de educación sexual lanzada la semana pasada por Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), la tertuliana opinó que "es espantosa, en su contenido y en su continente, porque la sexualidad es mucho más que la genitalidad", y manifestó que está totalmente en contra de esta.

"Está redactado por chiflados. El estado no tiene la menor idea de cómo guiar a los chicos en educación sexual", sentenció.

Franzini expresó que este curso que propone la Iglesia Católica promueve valores de afecto, "y esto es siempre bienvenido". A la vez, opinó hay que trabajar abiertamente sobre este tema.