Ana Solari: "el lenguaje es poder"
El rector de la Universidad Católica, Julio Fernández Techera, declaró a Búsqueda esta semana que está preocupado por la "dictadura de lo políticamente correcto" y la "hipersensibilidad social". Para debatir si esto existe en la sociedad uruguaya, estuvieron en La Tertulia de este viernes, el antropólogo, artista plástico y docente Nicolás Guigou, la escritora Ana Solari y el comunicador, docente y director teatral Álvaro Ahunchain.
Ahunchain opinó que la dictadura de lo políticamente correcto "va arrollando con la cultura occidental, porque se pretende corregir las desigualdades sociales en el lenguaje, en vez de corregirlas en la legislación y en la sociedad, como si mágicamente por corregir las desigualdades en el lenguaje se corrigieran en la realidad, cuando es exactamente al revés", expresó.
Solari estuvo de acuerdo con su contertuliano, y agregó que "el lenguaje es poder. El que nomina tiene la sartén por el mango. Es cierto que hay un conjunto de grupos que tradicionalmente han estado en el último lugar de la fila".
"Me preocupa cuando esto se empieza a meter en la cultura, porque no tendríamos literatura infantil por ejemplo. Hay que distinguir entre lo político y el área de la creación y empezas a sentir censurado por imposición", enfatizó la escritora.
"El arte no tiene que ser orientado. Lo políticamente correcto en términos de creación artística es terrible. Creo que no hay que considerarlo de ninguna forma, porque el arte es libertad, es desafío e inclusive es insulto", dijo Guigou.
Además, consideró que "el lenguaje no es inocente, pero tratar de corregir el lenguaje y creer que ese es el vector de transformación de la realidad, es olvidar que los seres humanos tiene inconsciente. Es una idea muy superflua".
En medio de la tertulia surgió la discusión en torno a las investigaciones condicionadas por aquellos que las financian. Sobre ello el antropólogo expresó que "los parásitos de la desgracia de la humanidad ocupan altos niveles de decisión, profesionales que obtienen fondos para hacer investigaciones irrelevantes o de mala calidad, pero políticamente correctas".