Esta celebración ha tomado grandes dimensiones y se ha llegado a considerar que es la noche en la que más gente sale a las calles.

Además cuenta con un decreto de la Junta Departamental que la considera "patrimonio cultural de la ciudad" y el artículo 2 de la ley 17825 señala que el Ministerio de Turismo debe incluirla "en los eventos de carácter turístico" y promocionarla "en el exterior a través de Embajadas, Consulados y oficinas comerciales".

Esto nos sirvió como excusa para conversar en La Tertulia de La Mañana de El Espectador si los uruguayos somos muy nostálgicos.

Mariana Pomiés, directora de la Consultora "Cifra", dijo que esta noche logra sacar la parte divertida de los uruguayos, que generalmente no aparece. "Es una nostalgia divertida, aunque parezca una contradicción con la definición de nostalgia, pero creo que el sentido que se le da a esta noche es de alegría", señaló.

Por su parte, José Pablo Franzini sostuvo que "le encanta" la Noche de la Nostalgia  porque "la gente se desinhibe".

Según Franzini este espíritu viene de la inmigración que ha tenido Uruguay, fundamentalmente española y particularmente gallega. "Esas morriñas gallegas llegaron hasta nosotros con esta forma de nostalgia", señaló Franzini.

Según Pomiés para los uruguayos "todo tiempo pasado fue mejor". Refiriéndose a la juventud indicó que "reina el desconcierto respecto al futuro" y para ellos "el mundo no tiene fronteras", por lo cual emigrar siempre es una alternativa para ellos.