Navatta está a favor de la "Ley de cuotas", porque "tienen que estar los dos géneros representados por igual", pero opinó que discutir sobre esto en 2017 "es totalmente anacrónico, al igual que discutir el papel de la mujer en la política o en cualquier lado. Es terrible. La mujer es una de las que más milita en política. La mujer es militante política por excelencia. Los comité de base son militados por mujeres. Hay preponderancia de mujeres por donde se mire, el tema es qué pasa después, más arriba".

"Ha habido un avance, pero es un avance que acompaña al avance de la sociedad. No es que la política esté haciendo vanguardia con el tema de la participación femenina. En todos lados está sucediendo que más mujeres participan de lugares de mayor importancia. Se impone porque es natural que una persona, sin importar su género, que se desarrolla bien en determinado ámbito, es normal y naturales que progrese y ascienda. Estamos muy en el debe, pero algo va caminando", agregó la tertuliana.

Pereira por su parte, explicó que "nos acostumbramos a asociar a una serie de características que típicamente son de hombre, como si fueran mejores. Hay un sesgo que se va reproduciendo si uno no hace un esfuerzo deliberado por plantearse las cosas. Las cuotas son complicadas, porque no va a producir nunca un resultado en un Parlamento sobre el resultado total, porque cada banca es el producto de la competencia por esa banca".

El tertuliano sostuvo que "faltan muchas cosas, pero sino hacemos un esfuerzo, esto no cambia. La sociedad va cambiando y Uruguay más lento aún".

Pascale dijo: "la discusión está mal planteada. Somos esclavos de un sistema que ya cumplió un ciclo en el país, que es el de la lista cerrada y bloqueada. El país tiene que darse el debate de modificar su sistema electoral, porque me parece que es anacrónico. El país debe dirigirse a la lista abierta, donde la ciudadanía vota al que quiere, y el poder de elegir vuelve a estar en sus manos. El ciudadano tiene que poner a quien quiera y no el comité entre cuatro paredes. ¿Quién soy yo para decidir la participación de la mujer?", se preguntó Pascale.