"Las parejas que integran una relación de esas características son personas inseguras, con problemas de autoestima y con tendencia a avasallar a los demás sin vivir su propia vida. Las parejas que son controladoras, generalmente son relaciones bastante tóxicas, muy complejas que no terminan bien. O terminan con una vulnerabilidad de una de las partes y siempre hay daño. Es uno de los marcos de la violencia el tema del control y la posesión. Es una violencia más bien de un tipo psicológico";, expresó Villalba.

La profesional explicó algunos puntos específicos para diferenciar a las personas con esas conductas. Uno de esos puntos es que su mundo gira a tu alrededor, comportamiento que caracteriza a las personas que tienden a controlar. Otro punto destacado por es que las personas posesivas buscan elegir las amistades o vínculos de la pareja controlada. "Esas son cosas que pasan por la cabeza de un controlador";, afirmó, y agregó que a veces la pareja se deja llevar por esas situaciones y decisiones. Mencionó además el control de una persona a otra a través de la tecnología (teléfono, mensajes, redes sociales u otros).

Villalba dijo que tanto el hombre como la mujer que controla a su pareja, no respeta las decisiones de la persona con que tiene vínculo, y además niega la realidad, y habitualmente reacciona diciéndole a su pareja que haga lo que quiera, cuando en realidad no piensa así.