Vocero de "A mis hijos no los tocan" denunciado por acoso y apropiación indebida
La activista Sandra Ferrini, quien durante décadas fue víctima de redes de trata de personas, realizó una denuncia ante la seccional 27 de El Pinar contra el pastor Sebastián Vilar, uno de los voceros del movimiento "A mis hijos no los tocan". Ferrini acusa a Vilar de infligirle violencia física, psicológica y sexual, y de retener recursos y donaciones que ambos estaban recaudando para la creación de una fundación en contra de la trata y el abuso sexual que llevaría el nombre de la propia Ferrini.
Sandra Ferrini y Sebastián Vilar se conocieron hace unos meses en El Pinar, donde ambos viven. Ferrini es presidenta de la Red Alto al Tráfico y la Trata (RATT) en Uruguay y del Comité Honorario para la Trata de personas en el Mercosur; mientras que Vilar es empresario y miembro de la Organización Latinoamericana América Por la Familia.
Según dijo Ferrini a Suena Tremendo, Vilar le comentó que comenzaría a dar talleres sobre tóxico dependencia y violencia de género. En ese contexto, Ferrini fue invitada a dar talleres sobre trata sexual de personas. "Me empezó a entusiasmar con que tenía unos contenedores, con que tenía un terreno, por qué no formábamos una fundación y que él me apoyaba con eso";, contó. De acuerdo al relato de Ferrini, Vilar se ocuparía de "todo lo legal"; y ella daría su nombre a la fundación que funcionaría como un refugio para las víctimas de trata.
Todo esto ocurría a finales de julio, muy cerca de la conmemoración del Día Mundial Contra la Trata y Tráfico de Personas, el 30 de ese mes. En ese contexto, Ferrini fue invitada a dar distintas entrevistas en las que contaba su experiencia como víctima de trata sexual. Allí se publicitaron los números para hacer llegar donaciones para la creación de la fundación. Según el relato de Sandra, el llamado a la solidaridad dio sus frutos. "La historia los conmovió. Porque de esto no se habla mucho. Te puedo asegurar que se podían amoblar siete casas. Se dieron colchones, televisores, lavarropas, heladeras (…), cuchetas, camas matrimoniales, juegos de living, al menos tres, muchísima ropa, muchísimas cosas. Y él me llevaba a la televisión que casi siempre era los lunes, y después pasaba a buscar las cosas";.
Sin embargo, la relación entre ambos comenzó rápidamente a deteriorarse. Además de diferencias referidas al proceso de creación de la fundación, Ferrini entiende que le tocó vivir situaciones de acoso. Es por eso que el pasado 29 de setiembre presentó la denuncia policial. Allí acusa a Vilar de haberle infligido "violencia física, psicológica, sexual"; y de haberse apropiado indebidamente de recursos que estaban destinados a la fundación.
"Lo que mucho me preocupa es lo que la gente hoy puede estar pensando de mí. Yo qué le digo a la gente si me preguntan hoy dónde están las donaciones: están en la casa del pastor Sebastián Vilar";, dijo.
Consultado al respecto, el pastor Vilar, que aún no había sido notificado por las autoridades de la denuncia presentada en su contra, prefirió no hacer comentarios. De todos modos, desde su entorno, se niega la veracidad de las denuncias realizadas por Ferrini. Esa versión sostiene que la relación entre la denunciante y el denunciado duró un par de meses y que, ante diferencias en el proceso de creación de la Fundación Sandra Ferrini, Vilar decidió alejarse.