El entrevistado afirmó que la medida y resolución de implantar el chip a los perros está amparada por el artículo N° 18 de la ley N°18.471, que crea a la Comisión de Tenencia Responsable y Bienestar Animal (Cotryba), documento que dice que en la ley se inscribirán los animales domésticos. "Nosotros lo que hicimos fue cumplir con la ley. Si no hubiéramos hecho nada entonces no estábamos cumpliendo con la ley. Si se quiere cuestionar el método, es otro tema, pero acá hay un respaldo legal para crear un registro, y que todos los animales del país integren ese registro";, dijo Pintos. El jerarca explicó que la Coytyba adoptó un método que se utiliza en Estados Unidos y en varios países de Europa desde hace años, el cual garantiza el registro y su identidad, y además que no afecta la salud del animal.

Pintos explicó que hay experiencias comprobadas en los últimos años, las cuales indican que la implantación del chip a los perros no les hace daño. "La obligatoriedad está en un artículo de la ley que dice que todos los animales deben de estar registrados. Tenemos que cumplir con los cometidos que la ley nos encomienda. Nosotros vamos a abrir un espacio de tiempo de sensibilización a partir del año que viene, para ver si funciona. Sobre el tema del costo, tiene dos componentes, esto no es una política recaudatoria, y Cotryba no recauda ni un peso. Y por dos años, la Sociedad de Medicina de Veterinaria puso un arancel mínimo, que en el procedimiento del acto veterinario ($ 274) y en el chip mismo ($ 250 y $ 340), aunque depende de la marca y el aplicador";.

El director de Cotryba dijo que el dinero recaudado es por el trabajo de los veterinarios y la recaudación del chip, y agregó que los veterinarios son promotores de estas políticas. El Estado hizo un llamado público, y ocho empresas se presentaron que tenían experiencia en el rubro y que estaban autorizadas a importar. El jerarca agregó que habrá una política diferencial para aquellas personas que sean de bajos recursos y/o que tengan varios animales y que no puedan asumir los costos del chip y de la instalación del procedimiento por parte de los veterinarios.

"Vamos a ir avanzando hacia un cambio cultural que no va a ser fácil, ya que el problema está en todo el Uruguay, tanto en los rincones más alejados y en el centro de Montevideo, y hay que hacer un esfuerzo de la sociedad para superar este problema de los perros";, concluyó.