Cosechando Amigos

Malos tiempos en Maldonado

El asesinato de un joven comerciante y algunos robos violentos ocurridos incluso este mediodía, han provocado una enorme preocupación ciudadana en la ciudad de Maldonado.

Anoche una multitudinaria concentración de comerciantes y vecinos frente a la Jefatura de Policía reclamó justicia para Darwin Miraballes, el comerciante asesinado, además de urgentes medidas para combatir la inseguridad. 

Daniel Pígola, actual presidente de la Unión de Comerciantes de Maldonado y quien fuera director de Comunicaciones de la Intendencia durante los últimos dos años del gobierno de Oscar De los Santos, reclamó que "la Policía cumpla con su cometido. No solo con detener al autor de este crimen. "Queremos que no vuelvan a darse más estos atropellos. Y que la Policía esté en la calle controlando a la gente que justamente no está trabajando, que está en contra de los que estamos trabajando".

Pígola agregó: "Queremos que vuelva la Metropolitana, el grupo GEO y la Republicana. Le pedimos esto a la Policía. Le pedimos también que haya más controles. Que nosotros estemos cuidados por ellos. Parece que se instaló en Uruguay la pena de muerte contra los que laburamos, contra los que producimos, contra los que hacemos las cosas. Y no puede ser que ocurra esto".

De alguna manera los comerciantes reconocen el fracaso del sistema de video vigilancia adquirido por la Intendencia, que ha sido absolutamente inútil para aclarar las 12 rapiñas y el asesinato cometidos en lo que va de octubre. 

Pero hay una pregunta para la que nadie tiene respuestas: ¿pueden dos asaltantes contra una estructura de 2.000 policías, miles de cámaras públicas y privadas; alarmas, rejas y guardias privados?

Algo está muy mal y mayor represión no lo va a resolver. El reclamar manos libres para una policía mal preparada solo vaticina nuevas tragedias.

Las soluciones parecen pasar por otro lado. Pero si se consolida la política del miedo, todo será peor.

Unos días atrás el propio Jefe de Policía, Erode Ruiz, dijo en una reunión con comerciantes que él "tenía miedo de salir solo a la calle"; y que pensaba "poner rejas en su casa";.

Si este es el mensaje del jefe de quienes deben protegernos, es muy obvio que la política no es combatir el delito.