Para hablar de este asunto estuvieron en La Tertulia de este martes en La Mañana de El Espectador, el secretario general del Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (Sunca), Óscar Andrade, el abogado Miguel Manzi y la diputada del Partido Nacional, Graciela Bianchi.

Manzi ironizó con estas cifras, y expresó que las autoridades del Pit-cnt obtuvieron buenos resultados si se piensa en la gestión, ya que "son unos anormales". Además, consideró que existen contradicciones entre las cosas que hace y promulgan los sindicalistas.

Andrade por su parte, manifestó que es importante comparar los sectores que tiene sindicatos fuertes con los que no los tienen, para ver qué cosas lograron. "Donde opera el libre mercado y no tienen las trabas de los sindicatos, son donde los trabajadores tienen las peores tasas de siniestralidad por destrozo, los más altos niveles de trabajo en negro y los peores salarios", añadió.

Bianchi dijo que es coherente que un 28% esté a favor de la gestión del Pit-cnt ya que representa al "FA ideológico, cerrado y obsoleto, que no se da cuenta que el mundo cambió".

"Los sindicatos fuertes no se han logrado dar cuenta que no todos tiene las mismas fuerzas, no lograron entender que la negociación colectiva no puede ser por ramas, sino por empresas, por cuestiones de justicia social. Ellos siguen con la cabeza de antes de la caída del muro de Berlín. La gente no es boba, piensa despacito pero piensa", añadió la tertuliana.

"El sindicalismo uruguayo siempre fue muy libre y muy independiente del gobierno. El problema es que cuando el sindicalismo se hizo oficialista, salieron a pelear por este modelo. La gente está cansada de pagar y pagar. Encima se toman medidas que realmente son fuera de lugar. El sindicalismo uruguayo está para determinadas cosas, y no para otras. El movimiento sindical uruguayo pagó y pagará por muchos años el apoyo a la dictadura venezolana, porque eso le duele a todos los uruguayos, sin importar el partido político", enfatizó la diputada.