Franzini manifestó que apoya "todo esfuerzo que se haga para atraer gente al Uruguay, por el problema demográfico que tenemos, más allá de que esto no es un plan sino una circunstancia que se está dando".

"Estamos recibiendo la mayor corriente migratoria de los últimos setenta años. ¡Bienvenido sea!, tenemos que abrirnos, necesitamos gente, somos un puñado, una aldea. Este subsidio hace que se quede gente", añadió.

El colorado reconoció que los uruguayos "somos racistas, xenófobos, prejuiciosos", y agregó que "este caso es muy especial porque la llegada de estas personas fue especial, compleja, y se enmarca, como siempre, dentro de la total improvisación del gobierno de Mujica y de su 'daleparadelantismo'. Es una cosa espantosa".

"El deterioro de la sociedad y la falta de valores nos hace no observar la realidad mundial. No tenemos perspectiva. Lo que tuvimos toda la vida, que era la capacidad de análisis del mundo, hoy lo perdimos", dijo el tertuliano.

Pomiés sostuvo que es un tema complejo porque por un lado está la necesidad de atraer gente que se radique en el país, pero por el otro está la situación de los refugiados, donde "se debió pensar más como apoyarlos hasta psicológicamente. No lo supimos prever o no estábamos preparados para recibir esa situación".

Por otro lado, opinó que se tendría que haber previsto desde antes que llegaran al país la obtención de un empleo.

En otra línea, Pomiés señalo que los uruguayos "hemos perdido educación y formación. La gente menos educada es la que más teme al extranjero. Los países más educados son los que tienen personas capaces de reflexionar y entender que somos un país de inmigrantes, que hoy el mundo no tiene fronteras, que se trabaja a distancia, pero eso solo lo pueden ver los países que tienen las herramientas para hacerlo. Uruguay las va perdiendo, y la xenofobia y el rechazo al diferente son consecuencia de eso".