Con ciegos, sordos y mudos no se puede combatir el lavado de dinero
En general hay sobradas razones para creer que a la mayoría de los funcionarios y a un importante sector social le importa muy poco que se lave dinero en nuestro país. Hay un acostumbramiento al dejar hacer y a no preguntar si alguien se favorece de la forma que sea.
La información sobre cada caso descubierto se lee con curiosidad por los detalles y sirve para todo tipo de elecubraciones sobre responsabilidades políticas. Pero en un país que ha sido receptor de mucho dinero sucio de la región y el mundo y que sobre todo tuvo una legislación que lo alentó y demasiada complicidad de muchísimos profesionales, no es extraño que la propia sociedad lo asuma casi como algo normal.
Desde hace algunos años Uruguay modificó leyes y creó organismos especializados. Pero a veces parece que esos funcionarios trabajan en soledad, con escaso apoyo.
El caso de Marcelo Balcedo, empresario de la comunicación y sindicalista argentino, es muy ilustrativo.
En el 2006 el tipo compró la casa de un francés que vivía a un lado del Cerro de los Burros entre Playa Hermosa y Playa Verde. Después compró todos los lotes vecinos hasta totalizar unas 200 hectáreas. Nadie vio ni preguntó nada.
Después taló todo el monte nativo. La DINAMA no se enteró
Afectó una zona declarada Patrimonio Histórico. Ni la Comisión Nacional, ni el MEC vieron nada.
Después cercó todo el predio con una prolija malla de más de dos metros. Y adentro quedaron calles públicas. Ni el Municipio de Piriápolis, ni la Intendencia se enteraron.
Después construyó una casa de dimensiones impresionantes; piscina, canchas para diversos deportes y otras dependencias. Nadie preguntó como llegaba el dinero. Todas las fuentes consultadas aseguran que invirtió no menos de 5 millones de dólares. ¿Cómo ingresaron al país? Nadie vio nada.
Después asfaltó con su propia maquinaria el ingreso a su casa desde la ruta y todos siguieron sin ver.
OSE-UGD le negaba el agua a los vecinos del lugar, pero Balcedo contaba con todos los servicios.
Individuos armados vigilaban toda el área, pero la policía nada vio.
Tenía autos muy llamativos casi por dos millones de dólares, la mayoría matriculados en Argentina. Este hombre y su esposa tenían radicación en Uruguay por lo tanto no podían conducir un auto matriculado en el extranjero. ¿Cómo ingresaron a Uruguay? Aduanas tampoco se enteró. Menos la Policía Caminera y los inspectores de tránsito de Maldonado.
Y finalmente nos enteramos que desde hace unos dos años operaba una emisora de FM en Punta del ESTE, no está claro si en propiedad o arrendada. Una radio que fue parte del grupo Sanabria. Pero Ursec tampoco vio nada raro.
Hay muchos ciegos en este país. Para peor con ceguera parcial porque un ciudadano común que hubiera hecho algo similar a esto, tendría encima a todos los organismos mencionados.
Me consta que por otro lado hay jerarcas y funcionados preocupados y abnegados en la lucha contra el Lavado de Activos. Recientemente gracias al esfuerzo legado por Carlos Díaz y al aplicado por su sucesor Daniel Espinosa, tenemos una nueva Ley Antilavado.
Pero si esa ley no hace carne en todos los funcionarios y la sociedad no comprende los riesgos implacables que atañe esa actividad delictiva nada cambiará.
Nuestra policía y la Justicia no están preparadas para combatir el lavado y la corrupción.
Nadie lo va a reconocer. Pero piensen ustedes por un momento cuánto puede durar un policía de calle que ose detener a uno de estos personajes. En el ámbito judicial saben perfectamente que el combate a la corrupción no está en sus prioridades, más allá del esfuerzo puntual de algunos jueces y fiscales.
Los efectos destructivos del lavado de dinero
El lavado de dinero puede tener consecuencias económicas, sociales y de seguridad potencialmente devastadoras, aseguran expertos mundiales.
Algunos de los efectos del lavado de dinero y la financiación del terrorismo son:
Aumento del Delito y la Corrupción: El lavado de dinero exitoso ayuda a mejorar los aspectos rentables de las actividades delictivas. Los países considerados como paraísos para el lavado de dinero, atraen a gente que comete delitos. Si el lavado de dinero está extendido, probablemente habrá también más corrupción. Debilitamiento del Sector Privado Legítimo: Uno de los efectos microeconómicos más serios del lavado de dinero recae sobre el sector privado. se sabe que los lavadores de dinero utilizan compañías de fachada, o negocios que aparentan ser legítimos y realizan actividades legítimas pero que en realidad están controlados por delincuentes que mezclan los fondos provenientes de actividades ilícitas con fondos legítimos, para esconder el dinero ilícito. Debilitamiento de las Instituciones Financieras: El lavado de dinero y la financiación del terrorismo pueden perjudicar la estabilidad del sector financiero de un país. De hecho, la actividad criminal ha sido relacionada con varios fracasos bancarios en todo el mundo. Los riesgos del lavado de dinero para las instituciones financieras se describen generalmente como de reputación, operación, jurídicos y de concentración de crédito. Pérdida de control o errores en las decisiones relacionadas con la política económica: Debido a las grandes sumas de dinero involucradas en el proceso de lavado de dinero, en algunos países de mercados emergentes estos fondos ilícitos pueden rebajar los presupuestos gubernamentales, resultando en una pérdida de control de la política económica por parte de los gobiernos o en errores de política debido a errores en la medición de estadísticas macroeconómicas resultantes del lavado de dinero. Distorsión e Inestabilidad Económica: Los lavadores de dinero no están interesados principalmente en la generación de ganancias provenientes de sus inversiones sino en proteger sus ingresos y ocultar el origen sucio de los fondos. De esta manera, ellos "invierten"; el dinero en actividades que no son necesariamente beneficiosas económicamente en el país donde los fondos están ubicados. Pérdida de Ingresos por Impuestos: De todas las formas subyacentes de actividades ilegales, la evasión fiscal es, tal vez, la que tiene el impacto macroeconómico más evidente. El lavado de dinero reduce ingresos fiscales al gobierno y por ende perjudica indirectamente a los contribuyentes honestos. Riesgo para la Reputación de un País: Tener una reputación de paraíso de lavado de dinero o de financiación del terrorismo podría generar efectos negativos para el desarrollo y el crecimiento económico de un país.
La perversa cultura de la corrupción
Desde nuestro punto de vista el mayor costo es el social. La cultura que genera el lavado corrompe a gobernantes y ciudadanos. Mucho dinero fácil, desparramado sin consecuencias, distorsiona a una sociedad.
Genera mucha desigualdad entre quienes trabajan honestamente y aquellos que se prestan a esa actividad delictiva y contribuye a profundizar situaciones de injusticia. La especulación inmobiliaria, por ejemplo, incide en forma determinante al aumento del precio de la tierra en zonas que no son balnearias y dificulta el acceso a la vivienda.
Y el departamento de Maldonado es buen ejemplo. Solo piensen en los miles de millones fruto de evasión fiscal y tráfico de divisas que llegaron desde Argentina desde 1976. Recuerden que aquí fue detenido Raul Vivas, uno de los principales lavadores del Cártel de Medellín; luego Ramón Puente Patiño, contador del Cártel de Cali; más acá Gerardo González Valencia uno de los jefes del Cártel de los Cuinis definido como el más rico del mundo; recientemente Rocco Morabito, buscado por Italia como el mafioso más importante. Y en medio otra de decena de casos.
Claro, después asombra una Ferrari circulando por Malvín Norte o peor, asombra el crecimiento del narcotráfico.