Bottero sobre #MeToo: "Se está imponiendo un tufillo totalitario, donde no podes decir nada"
La entrega de los premios Globo de Oro, desarrollados el pasado domingo, estuvo cargada por la intensa campaña que llevan a cabo varias figuras de Hollywood en contra del acoso sexual, enmarcado en el movimiento #MeToo, a raíz de las sucesivas denuncias realizadas al director de cine Harvey Weinstein.
Días después del evento, un centenar de artistas e intelectuales franceses, encabezados por la actriz Catherine Deneuv, publicaron un manifiesto en el periódico Le Monde, donde acusaron al movimiento #MeToo de llevar una campaña de acusaciones públicas y poner a personas que no lo merecen en el mismo nivel que violadores y delincuentes sexuales, sin permitirles defenderse. "La violación es un delito. Pero el coqueteo insistente o torpe no lo es, ni es la caballerosidad una agresión machista", dice la carta.
Para hablar de este asunto, estuvieron en La Tertulia de este viernes en La Mañana de El Espectador, la periodista Mónica Bottero, el antropólogo, artista plástico y docente Nicolás Guigou, y el director teatral y comunicador Álvaro Ahunchain.
En esta línea, Bottero argumentó que es muy bueno que se haya generado el movimiento #MeToo, ya que se enmarca dentro de un proceso que se está dando "con esta especie de ebullición de los reclamos de las mujeres" y además se produce en Hollywood, un ámbito que "inspira cultura y puede serlo para otras mujeres".
Por otro lado, expresó que "el problema es que a mí me asusta que todo esto se convierta en lo contrario. Veo a estas chicas con glamour, trajes negros de Armani y protestando, después de haber ganado un Óscar, y algo no me cierra".
"Las francesas salieron a ponerle un poco de sensatez en todo esto. Una cosa es la señora que es víctima de violencia doméstica y que está reclamando porque está sola, con un tipo que la persigue y la amenaza. Esas mujeres merecen un apoyo incondicional absoluto y sin ningún tipo de medias tintas. Este grupo de francesas dicen: 'vamos a parar con la exageración', no se pueden ir a los extremos. Se está imponiendo un tufillo totalitario, donde no podes decir nada, no podes tratar de poner un matiz a la cosa porque te cae encima todo el mundo, me molesta, es poco democrático", añadió.
Por su parte, Guigou dijo que hay muchos tipos de feminismos, "algunos muy comprometidos, muy activistas, muy comprensivos del otro, y después hay un feminismo profesionalista, de la gestión, vinculada a las funciones internacionales, con agendas globalizadas, que muchas veces atraviesan acá por cuestiones económicas, y en el campo académico claramente por posicionamiento".
"¿Cuánto es el poder del dinero para que una mujer acepte esa humillación y ese hostigamiento espantoso? ¿Existe un poder suficiente? Hay procederes muy misteriosos, uno se pregunta ¿cuánto hay de corrupción en los acosadores y cuánto hay del permiso que le dan las personas?", cuestionó Ahunchain.