Maldonado y Montevideo.

¿Vamos a comparar el ordenamiento y el mantenimiento de la ciudad jardín de Maldonado con la anarquía y abandono de Montevideo? ¿Las edificaciones? ¿Los muros laterales, los tanques de agua? ¿La cartelería? ¿Los arroyos? ¿El respeto a la naturaleza y al patrimonio?

Seguramente nuestro intendente, esta calificado para hablar de aberraciones, habiéndose consentido tantas aquí, desde la demolición de edificios magníficos en el Centro y en Pocitos (y el estado actual de otros que se están viniendo abajo solos y que pertenecen a la IMM), hasta la construcción de edificios-paredones y marquesinas que continúan afeando la ciudad, entre otras aberraciones que irónicamente han servido para alimentar sus discursos, como la cloaca a cielo abierto de Kibón, el basural de la descampada y olorosa Punta Carretas (¿alguien se imagina un predio enorme así sin parquizar en Maldonado?), la polución del Centro, el basural de playa Capurro (¿alguien se imagina eso en la Paloma?), el Miguelete (¿alguien se imagina ese olor y esa mugre en alguna otra parte del país?), el Pantanoso y los aledaños de la ciudad.

Irónicamente, toda esa fuente de inspiración para sus discursos, no es otra cosa que la triste realidad. ¡Verdaderamente aberrante! ¡Quién sabe cuántos discursos se va a mandar todavía desde el Ministerio de Vivienda y Medio Ambiente!