Rúben de Solymar: No tiene vergüenza en defender a los Peirano. Nadie se ocupó de las víctimas de ellos, de los que se suicidaron, de los viejitos que quedaron en la calle. ¿Y sus Derechos Humanos? No entiendo cómo se puede defender a esos señores.

Julio del Barrio Lavalleja: ¿No se han ocupado ellos de los Derechos Humanos de los presos de Libertad? Porque seguramente los presos en Cárcel Central están mucho mejor que otros.

María de Barrio Valparaíso: ya que le interesan tanto los Derechos Humanos, ¿por qué no dona los honorarios a los ahorristas damnificados?

Gabriela de Carrasco: para el pueblo uruguayo es una vergüenza que venga el fundador de Amnistía Internacional a defender a esta gente. Así el mundo está como está: todo patas para arriba.

Inés de Pocitos: ¿cuántos años le llevó a la familia Peirano hacer el fraude del sistema bancario uruguayo dejando a tanta gente en la calle?

Susana de la Unión: pienso que este abogado perturba la opinión pública uruguaya, lo cual es un delito. Yo no soy damnificada pero sé lo que afecta a la gente lo hecho por los Peirano y creo que lo mejor sería colgarlos en la plaza pública. Que este abogado defiende a los Peirano me hace dudar de Amnistía Internacional.

Marcos del Centro: ¿es legítimo juzgar al "sistema" desde un caso particular? Porque él dice que no defiende lo que hicieron los Peirano sino que cuestiona al sistema.

Jorge de Paso de la Arena: es lamentable que este señor confunda justicia con legalidad olvidándose del daño provocado a tanta gente.