Los padres de la niña cuya repetición fue anulada por la Justicia se enteraron de la situación el 29 de noviembre, y luego de eso mantuvieron contactos con autoridades del colegio y de la Inspección de Primaria.

En ambas instancias se les dijo que la decisión "ya estaba tomada" y a partir de eso se decidió presentar un amparo ante la Justicia, explicó a La Mañana de El Espectador el abogado de la familia, Bruno Rivero.

El profesional agregó que en ningún momento se les informó a los padres que existiera una posibilidad de hacer una revisión de la repetición, y por esa razón se tomó la medida de recurrir a la Justicia.

Rivero explicó que antes de reunirse con las autoridades de Primaria los padres de la escolar consultaron al equipo técnico particular que la acompañó durante su desempeño escolar, integrado por un psicomotricista, un psicopedagogo y maestros especializados.

Este grupo concluyó que la niña estaba en condiciones de pasar de año y  además advirtió que le podían provocar mayores daños que los que intentaban evitarle con la reprobación.

"Hay dos dictámenes distintos y a los padres les interesaba saber cuál era el verdadero, el correcto, y cuál era el que vulneraba o no el derecho de la niña. (…) El juez valora la prueba que se le aportó a la causa", señaló el letrado.

El caso pasó al Tribunal de Apelaciones que tendrá que decretar un fallo definitivo la próxima semana.

En referencia a ello, Rivero dijo que "llama la atención que una sentencia del 22 de diciembre salga a la luz en pleno feriado de Carnaval, cuando el Tribunal tiene que expedirse la semana que viene. Indudablemente esto es mediatizar un asunto que está en sede judicial, que está en trámite".

Según Rivero "es peligroso y no es sano presionar la libertad técnica, la independía de los jueces, y sobre todo pedirle una reunión a los ministros de la Suprema Corte de Justicia".

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