El caso del doble homicida de La Blanqueada volvió a poner en cuestión la forma en que los medios de comunicación realizan la crónica roja. Primero el asesinato de la cajera del supermercado, después la búsqueda del autor del crimen y luego la noticia de su muerte.

Hasta se llegaron a difundir imágenes del momento de su traslado en una ambulancia debido a las heridas que se produjo al dispararse en la cabeza y se abundó en detalles respecto a su vida privada.

Desde hace tiempo organizaciones de periodistas a nivel mundial, y especialmente la Oficina de las Naciones Unidas para la Ciencia, la Cultura y la Educación (Unesco) vienen poniendo especial preocupación en trazar algunas referencias éticas para el tratamiento de estos asuntos y promueven una discusión sobre las buenas prácticas periodísticas para la cobertura de hechos policiales.

En toda la región hay un aumento de la violencia y hay muchas dudas sobre la forma en que los medios realizan esa cobertura explicó el Consejero de Comunicación e Información para el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) y Chile de Unesco, Guilherme Canela.

El especialista dijo que hay que distinguir este hecho "sensacional" y la forma sensacionalista de realizar las coberturas periodísticas y habló de la dificultad de ser ético en el tratamiento de temas que afectan a personas con las que no nos identificamos.

Además consideró que pueden existir coberturas periodísticas realizadas con criterios éticos pero que carecen de calidad, y es necesario discutir en las redacciones la forma en que se pueden alcanzar esos estándares. 

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