Febrero culminó con una noticia amarga para los uruguayos vinculados e interesados en la lucha por los derechos humanos y el pasado reciente. La Organización Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos anunció su renuncia al Grupo de Trabajo por Verdad y Justicia, conformado a inicios de este gobierno para recolectar información respecto a lo sucedido durante la última dictadura cívico-militar y años anteriores.

"Afirmamos una vez más que el principal obstáculo en la búsqueda de los desaparecidos y de la verdad y justicia ha sido y sigue siendo la falta de decisión política con respecto a las FFAA", dice el comunicado emitido por el colectivo.  Según entiende la organización, "no se ha querido presionar a los militares" para que aporten información que poseen.

Pocos días después, una nota de Samuel Blixen en Brecha denunciaba que una integrante de Familiares había manipulado información de los archivos Berrutti, aplicando un criterio personal inspirado en la convicción de que "el conocimiento amplio de su contenido podría tener efectos políticos desestabilizadores".

¿Qué hay detrás de toda esta situación? Lo conversamos con Elena Zaffaroni, integrante de Madres y Familiares y Detenidos Desaparecidos.

"Le exigimos  al Estado que se comprometa e investigue, tiene la potestad y los recursos para hacerlo" dijo, entrevista por Rompkbzas.

Según su visión, ha quedado más que clara la falta de presión y exigencia de las autoridades de turno sobre las Fuerzas Armadas, que siguen ocultando lo que sucedió.

"Hubo siempre un doble discurso" en este tema en todos los gobiernos, dijo Zaffaroni.

Entre otros aspectos, cuestionó que se la haya permitido a los militares presentarse hasta en una condición de actores políticos, dando opinión sobre todo lo que pasa en el país y sobre su propia situación privilegios, obstruyendo el accionar de la Justiica y garantizando su impunidad.

Si bien es uno de sus objetivos, Zaffaroni sostuvo que el hallazgo de los restos de los desaparecidos no resuelve la situación de impunidad que vive el país "ni la cobardía para cambiar a estas Fuerzas Armadas y decir para qué se quieren los aparatos represivos, que siguen siendo una amenaza para el futuro".