Nuevos enfrentamientos violentos en zonas norte y Pacífico de Nicaragua
Los enfrentamientos violentos entre la población y la Policía Nacional volvieron a las zonas norte y Pacífico de Nicaragua, luego de una noche de batallas que cobró la vida de un niño.
Las ciudades de Jinotega (norte) y Matagalpa (Pacífico) fueron los escenarios de dichos enfrentamientos, una vez más, en medio de una crisis sociopolítica que en 53 días ha dejado al menos 135 muertos y más de un millar de heridos, en protestas contra el presidente Daniel Ortega.
Los manifestantes "autoconvocados" de Jinotega y Masaya reportaron heridos durante los enfrentamientos, aunque no dieron el número de víctimas.
En Jinotega, a 163 kilómetros al norte de Managua, una camioneta de la alcaldía municipal apareció quemada en la vía, y en Masaya, a 29 kilómetros al sureste de la capital nicaragüense, se reportó una motocicleta incinerada, supuestamente propiedad de la Policía Nacional.
En la comunidad de Las Maderas, a unos 50 kilómetros al norte de Managua, una camioneta de la alcaldía de Jinotega fue capturada con un ataúd que llevaba armas en su interior, presumiblemente para entregarlas a las fuerzas de choque oficialistas, según informaron los "autoconvocados".
La salida suroeste de Managua fue ocupada por decenas de antimotines, pero no hubo escenas violentas.
La violencia en Nicaragua se da en medio de una crisis sociopolítica, la más sangrienta que atraviesa el país centroamericano desde los años 80, con Ortega también de presidente.
Las protestas contra Ortega y su esposa, la también vicepresidenta Rosario Murillo, que han dejado 135 personas fallecidas según el Centro Nicaragüense de los Derechos Humanos (Cenidh), comenzaron el 18 de abril por unas fallidas reformas a la seguridad social.
Luego, se convirtieron en una exigencia de renuncia, tras once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción.