"El primer ministro, Abiy Ahmed, organizó una cena privada para el presidente Salva Kiir y para Riek Machar. Los dos se reunieron por primera vez en dos años", confirmó el jefe de la Oficina del Primer Ministro de Etiopía, Fitsum Arega, en su cuenta de Twitter.

"Tratándose del continuo sufrimiento en Sudán del Sur, Etiopía no puede quedarse simplemente mirando. Con más trabajo, un futuro pacífico es posible en Sudán del Sur", agregó el portavoz.

Entre las fotos que acompañan al mensaje, destaca una en la que Abiy, Kiir y Machar sonríen mientras se funden en un abrazo, tras su encuentro en Adís Abeba.

Los líderes de los dos bandos contendientes en la guerra civil sursudanesa llegaron hoy a la capital etíope con pocas horas de diferencia.

Abiy, que acababa de llegar de un viaje al sur del país, se trasladó al aeropuerto internacional de Adís Abeba para recibir a Kiir.

Por su parte, Machar se reunió con el ministro etíope de Exteriores, Workneh Gebeyehu, a quien expresó su "disposición" de encontrar una solución pacífica al conflicto.

"Estoy preparado para dar lo que se espera de mí", aseguró el líder rebelde.

Según medios locales, el objetivo de Abiy es presionar a Kiir y Machar para que alcancen algún tipo de acuerdo antes de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo en el Este de África (IGAD), cuya presidencia rotatoria ostenta Etiopía, prevista para mañana en Adís Abeba.

"El primer ministro Abiy pedirá a ambos que acaben con su mortífera rivalidad y que ayuden a Sudán del Sur a conseguir una paz duradera", indicó hoy el periódico local "Addis Standard" en Twitter.

La cumbre de mañana tendrá por objetivo decidir sobre los resultados del proceso de paz en Sudán del Sur auspiciado por el bloque regional de la IGAD, que se inició hace cerca de un año, señaló la diplomacia etíope.

Tras su reunión con Machar, Workneh declaró a ese respecto: "Estamos animados, a gran nivel, por el progreso que hemos registrado en este último año".

Pese al optimismo del ministro, las negociaciones de preparación de este encuentro entre las delegaciones de ambos líderes, que terminaron ayer, no fueron fructíferas, pues hay desacuerdo "en varios temas", reveló a Efe una fuente de la embajada sursudanesa en Adís Abeba que pidió el anonimato.

"La oposición quiere que los 32 estados de Sudán del Sur se reagrupen en 10, tal y como era antes de la independencia, pero el Gobierno se opuso", explicó esa fuente.

Asimismo, los rebeldes dirigidos por Machar reclamaron que se disuelva el actual Parlamento y las Fuerzas Armadas para crear unas nuevas, lo que el Gobierno de Yuba calificó de "imposible".

Otras de las principales exigencias de la oposición fue la restitución de Machar en su puesto de vicepresidente, que abandonó antes de huir del país tras la ruptura del acuerdo de paz en julio de 2016.

Los emisarios del Ejecutivo sursudanés, aunque se niega a ello, sí se mostraron dispuesto a dejar que Machar nombre a alguien de confianza para el cargo.

En las últimas semanas, se había especulado con una posible reunión de Kiir y Machar en la capital de Sudán u organizar un encuentro entre ambos al abrigo de la cumbre que la Unión Africana (UA) celebrará en julio en Mauritania.

La última ronda de negociaciones para la paz en esta nación del África oriental concluyó el pasado 24 de mayo sin acuerdo, por lo que Noruega, el Reino Unido y Estados Unidos exigieron a la IGAD y a la UA que se tomasen medidas contra aquellos que habían violado el último alto el fuego.

Este último acuerdo fue adoptado en diciembre de 2017, pero tan solo duró unas horas.

Este mismo mes, el ex primer ministro de Kenia Raila Odinga se reunió, por separado, con ambas partes y, aunque descartó organizar un encuentro entre ambos, mostró su "esperanza" de solucionar las diferencias entre las dos partes.

Kiir y Machar están enfrentados desde diciembre de 2013, cuando el primero, de la etnia dinka, acusó a su entonces vicepresidente, de la tribu nuer, de orquestar un golpe de Estado para derrocarle.

A pesar de que ambos llegaron a un acuerdo de paz en agosto de 2015, los enfrentamientos entre las tropas gubernamentales y los rebeldes estallaron de nuevo en julio de 2016 y la violencia se prolonga hasta la actualidad.

El conflicto ha causado miles de muertos y ha llevado el país al borde de la hambruna, con 6 millones de personas sin acceso a alimentos suficientes y 4 millones de desplazados. 

EFE