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Estados Unidos acusa a Bolivia y a Birmania de complicidad con el tráfico de personas

Estados Unidos acusa a Bolivia y a Birmania de complicidad con el tráfico de personas

Estados Unidos incluyó a Bolivia y a Birmania en su "lista negra" de países que no hacen lo suficiente para combatir el tráfico de personas, una medida que puede llevar a la imposición de sanciones, y en la que mantuvo a Venezuela, Rusia, Irán, Belice y Corea del Norte.

"El tráfico de personas es un problema global, pero también un problema local. El tráfico de personas puede ocurrir en un restaurante, un hotel, en una granja o en la casa del vecino", dijo el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, en el acto de presentación de su informe anual sobre el tráfico de personas.

En la "lista negra" del informe aparecen 22 países, una cifra similar a los 23 del año pasado, aunque cambiaron sus integrantes con la entrada de Bolivia, Birmania, Gabón, Laos, Papúa Nueva Guinea; y la salida de la República Centroafricana, Guinea-Bissau, Guinea, Mali, Sudán y Uzbekistán.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tiene ahora 90 días para decidir si aplica sanciones a los países de la "lista negra", como la congelación de la ayuda no humanitaria y no comercial o la negativa a que reciban préstamos de instituciones multilaterales.

Bolivia había estado en una lista de observación durante cuatro años consecutivos y, en cumplimiento de una ley contra el tráfico de personas de 2010, este año el Departamento de Estado tuvo que incluir al país en su "lista negra", aunque reúne las características para seguir en sobre aviso, según el informe.

No obstante, el Departamento de Estado alerta de que "el Gobierno de Bolivia no cumple plenamente las normas mínimas para la eliminación del tráfico de personas y no demostró un aumento general en sus esfuerzos para hacerlo en comparación con el período anterior".

En concreto, Estados Unidos asegura que el Gobierno del presidente boliviano, Evo Morales, "no financió suficientemente" su plan nacional contra el tráfico de personas y, además, no dedicó los recursos necesarios al enjuiciamiento de los culpables de esos crímenes y la protección de sus víctimas.

Con respecto a Birmania, el Departamento de Estado explicó que ha decidido incluir al país en su "lista negra" debido a las agresiones del Ejército de Birmania (Myanmar) contra los ronhiyá en el estado de Rakáin, hogar de esta etnia desde hace siglos y de donde comenzaron a huir en agosto de 2017.

Un funcionario del Departamento de Estado, que pidió el anonimato, citó "el reclutamiento ilegal de niños soldado" por parte del ejército birmano como una de las causas que ha llevado a Washington a endurecer su postura con respecto al tráfico de personas en Birmania.

En esta ocasión, la presentación del informe estuvo envuelta en la polémica porque incluye advertencias sobre los daños psicológicos que pueden sufrir los niños cuando son separados de sus familias.

En su informe, el Departamento de Estado de EE.UU. da consejos al resto de países del mundo sobre el uso de instalaciones gubernamentales para recluir a niños, pero no comenta sobre la política de "tolerancia cero" del Gobierno de Trump, que llevó a la separación de 2.300 niños inmigrantes de sus familias.

En concreto, el informe afirma que "incluso en el mejor de los casos, las instituciones residenciales no pueden satisfacer la necesidad de un niño de recibir el apoyo emocional que generalmente recibe de los miembros de su familia o cuidadores con los que el niño puede desarrollar un vínculo".

El Gobierno de Trump comenzó oficialmente en abril a implementar su política de "tolerancia cero", que lleva a procesar criminalmente a los adultos que llegan irregularmente, lo que ha provocado la separación de familias porque los niños no pueden ser privados de libertad durante largos periodos de tiempo.

La semana pasada Trump firmó un decreto para acabar con la separación de familias, aunque quiere cambiar las leyes para poder recluir a menores durante extensos periodos de tiempo.

En la presentación del informe estuvo la hija y asesora del presidente, Ivanka Trump, quien ha identificado como una de sus prioridades la lucha contra el tráfico de personas.

Durante la ceremonia, Ivanka y Pompeo rindieron homenaje a diez individuos, entre las que figura la salvadoreña Yanira Violeta Olivares Pineda, líder de la unidad especializada en tráfico de personas de El Salvador y a la que EE.UU. describió como "una figura sin miedo" en la lucha contra esta lacra. 

EFE