El artículo 131 del proyecto, presentado al Parlamento el pasado sábado, también propone la obligatoriedad para todos los establecimientos industriales de "disponer de la habilitación higiénica sanitaria y tecnológica que establece la Dirección General de Servicios Ganaderos" como condición para que se inserten "en la canasta de exportaciones".

El sistema propuesto comprende "las plantas de incubación, establecimientos avícolas de reproducción, de producción de aves de engorde y de producción de huevos, de acopio de huevos; de empresas de intermediación comercial de aves y huevos y establecimientos de faena de aves".

Las empresas del sector deberán contar, obligatoriamente, con un número de inscripción en el Departamento de Inspección y Control de Semovientes (Dicose) dentro del Sistema Nacional de Información Ganadera.

Además, el artículo 132 del proyecto establece que todos los centros industrializadores, depósitos de congelado y enfriado de carnes y productos derivados de "especies bovina, ovina, porcina, equina, avícola, conejos, liebres y animales de caza menor" deberán estar registrados y contar con habilitación higiénico sanitaria y tecnológica de la Dirección General de Servicios Ganaderos (DGSG).

La normativa abarcaría también el sector lácteo y de la miel.

A su vez, se le otorga a la DSGS la potestad de determinar la "suspensión preventiva o transitoria" en caso de incumplimiento de las disposiciones establecidas, y la posibilidad de suspender "en forma parcial o total la actividad de establecimientos habilitados para la exportación, en caso de ausencia superviniente de requisitos exigidos por algún o algunos de los mercados de destino para los cuales se encuentran habilitados".

Asimismo, el artículo 133 determina que la DGSG deberá también "disponer el traslado transitorio de los funcionarios de la Inspección Veterinaria Permanente de la División Industria Animal, a efectos del cumplimiento de sus tareas inspectivas". EFE