La letra "e" le planta cara al sexismo
Se trata de una nueva forma de hablar y escribir que reemplaza la letra "o" por la "e" en los genéricos, en pos de un lenguaje inclusivo.
"Buenas tardes a todes", saluda un diputado en el Congreso de la Nación. "Hay poques diputades que están indecises", afirma una estudiante en la televisión.
Una nueva forma de hablar y de escribir se abre paso en Argentina: el reemplazo de la letra "o" por la "e" en los términos genéricos.
Y la iniciativa no es casual: procura el empleo de un lenguaje inclusivo, esto es, uno en el que todos se sientan representados.
No más vocablos masculinos terminados en "o" para la designación de genéricos. No más esquema binario femenino-masculino para la diversidad de géneros existentes en el colectivo LGBTI.
"El idioma es también un territorio de lucha y de conflicto como otras esferas de la cultura", sostiene Elena Pérez, doctora en ciencias de la información y decana de la Facultad de Lenguas de la Universidad Nacional de Córdoba.
"Muchos idiomas, incluido el español, son sexistas como lo son las sociedades y las culturas que los hablan", agrega Pérez en diálogo con DW.
Mucho más que una vocal
Y sobre el empleo de la "e", afirma: "El uso de estos "morfemas" tiene un significado simbólico en cuanto resulta un emergente de otras luchas que se dan en el terreno social más allá de lo lingüístico".
Efectivamente, existe consenso en relación a que el tema excede la cuestión puramente del lenguaje.
"Esta nueva manera de expresarse resulta de gran relevancia y se encuentra en consonancia con un momento sociohistórico determinado, en el que las luchas feministas y de la comunidad LGBT están logrando conquistas no solamente en sus derechos sino también en el lenguaje", afirma a DW la Dra. en lingüística María Soledad Funes.
"La gramática no está dada ni es uniforme, sino que se construye en forma permanente y es resultado de una negociación de sentidos en una determinada comunidad de hablantes", agrega la investigadora.
Una búsqueda con historia
Lo cierto, además, es que estos intentos no son los primeros. La búsqueda de un lenguaje inclusivo no sexista reconoce antecesores en el uso del "@" y de la "x" para referirse a los vocablos genéricos.
"Las tres estrategias conviven hoy en día, aunque con leves matices de significado. El "@" es la estrategia más conservadora, ya que con su similitud con la "a" y con la "o" sólo incluye los géneros femenino y masculino", explica la Dra. Funes, que ha investigado el fenómeno.
Y sobre las diferencias entre la "e" y la "x", indica: "La "e" es pronunciable en la oralidad, mientras que la "x" aparece con frecuencia en los textos escritos".
La polémica no se hizo esperar
Pero las críticas no son ajenas a este movimiento, al que se ha tildado de snob, ridículo y confuso, entre otros cuestionamientos.
Y la institución rectora del idioma, la Real Academia Española, se ha manifestado claramente contra la utilización de estas opciones.
"El uso de la @ o de las letras "e" y "x" como supuestas marcas de género inclusivo es ajeno a la morfología del español, además de innecesario, pues el masculino gramatical ya cumple esa función como término no marcado de la oposición de género", sostuvo la RAE a través de su servicio de comunicación al ser consultada por DW.
Y a nadie sorprendió: "La Academia es una institución prescriptiva y retarda los cambios, esa es su razón de ser; para acelerar los cambios en el idioma estamos los hablantes", analiza la Dra. Pérez.
¿Moda pasajera o cambio profundo?
Con o sin permiso, está por verse si esta nueva forma de expresión es capaz de afianzarse, o si por el contrario, habrá de desaparecer.
"Seguirá existiendo mientras pueda satisfacer las necesidades comunicativas de los hablantes", pronostica la Dra. Funes.
Por el momento, parece gozar de buena salud. "Chiquilles", dijo la expresidenta de Chile, Michelle Bachelet, días atrás. Y en Uruguay también se constata el fenómeno, sobre todo entre los jóvenes.
Y a juzgar por la discusión desatada en torno a la relación entre lenguaje y sexismo, la iniciativa bien puede darse por satisfecha.DW