El PCAS se implementó sobre internos condenados por "atentado violento al pudor, violación, abuso sexual, retribución a menores, entre otros; con el fin de bajar el índice de reincidencia, propósito que se ha logrado de manera exitosa en los distintos países en los que ha sido aplicado", detalla el comunicado.

Previo al comienzo del tratamiento se informó a los reclusos, a través de una serie de entrevistas, en qué consistía la propuesta y se remarcó que se abarcarían aspectos de su vida personal con énfasis en el delito cometido.

Se entrevistaron 34 internos de los cuales 11 accedieron a participar del programa, pero tan solo cuatro culminaron el proceso.

Los encuentros de modalidad grupal comenzaron en agosto de 2017, con una recurrencia de dos veces por semana y aproximadamente tres horas de duración.

Para la realización del proceso se recurrió a "técnicas cognitivas - conductuales tendientes a que los participantes comprendan su comportamiento agresivo, acepten su responsabilidad en el delito cometido y adquieran herramientas para sobrellevar situaciones de riesgo y evitar recaídas".

Tres mujeres estuvieron a cargo de la implementación del programa en su primera edición: la psicólogas Fara De Ávila, Mayra Curbelo y y Claudia Delgado, quien también es operadora penitenciaria de la Unidad Número 4.

Los resultados obtenidos en este proceso serán analizados por el sociólogo Nicolás Trajtemberg y por la psicóloga española Olga Sánchez quienes también integran el programa. EFE