El Departamento de Comercio publicó el primero de sus tres cálculos sobre la evolución del Producto Interior Bruto (PIB) entre abril y junio en Estados Unidos, que supone casi duplicar el ritmo de expansión del trimestre precedente, que fue del 2,2 %.

Ante un planeta que debate lo que sería el incio de una guerra comercial, Trump consideró que el mundo entero envidia a a su país por su economía. Como prueba subrayó los datos que muestran un bajo desempleo y la creación de puestos de trabajo. Se trata del más fuerte crecimiento desde el tercer trimestre de 2014.

Trump destacó que el déficit comercial se ha moderado. Y añadió que los aranceles a las importaciones de acero y aluminio ayudarán a esas industrias y que los nuevos acuerdos comerciales pronto impulsarán a la economía en general.

Este repunte vino dado en gran parte por el gasto de los consumidores, que en EE.UU. representa casi dos tercios de la actividad económica. La inversión empresarial también contribuyó a la aceleración económica con un alza del 5,4 %. Las exportaciones apoyaron esta aceleración, al aportar 1,06 puntos porcentuales al crecimiento del trimestre.

Su partido republicano buscará mantener la mayoría en ambas cámaras del Congreso en las elecciones de mitad de término en noviembre.

Tasas

Como reflejo, la Reserva Federal (Fed) se encuentra inmersa en una senda de gradual ajuste monetario, que la ha llevado a subir en dos ocasiones en lo que va de año los tipos de interés hasta el rango actual de entre el 1,75 y el 2 %.

El banco central estadounidense celebra una nueva reunión de política monetaria la próxima semana, en la que no se espera que se modifique el precio dinero, algo que se espera ocurra en su siguiente encuentro,  en el mes de septiembre.

Los mercados financieros vieron con buenos ojos el dato del PIB y el Dow Jones de Industriales, el principal indicador de Wall Street, subía un 0,13 % poco después del inicio de la jornada.