Como si fuera una serie de ficción, el escándalo que involucra a varios dirigentes del fútbol uruguayo gana cada día en emoción y nuevos capítulos.

La polémica compra de cámaras de seguridad para el Estadio Centenario tendrá derivaciones políticas, ya que la oposición va camino a formar una Comisión Investigadora en el Parlamento.

El gobierno salió este lunes a dar su versión del hechos con datos que, más que aclarar, agregaron una mayor confusión al proceso.

Un escándalo que estalló poco después del Mundial, devolviendo a los uruguayos a la cruda realidad, institucional y deportiva, del fútbol local.

Desde algunos sectores se traza un vínculo con situaciones pasadas, que derivaron incluso en su momento en la salida abrupta de la plana mayor de la Asociación, liderada por Sebastián Bauzá.

Un sistema que, desde entonces, sigue siendo el mismo, advirtió el que fuera su vice, Miguel Sejas.

Entrevistado en Rompkbzas, el ex dirigente habló de un "golpe" para desestabilizar al Ejecutivo, orquestado por la empresa Tenfield y la Mutual de Futbolistas, liderada en ese momento por el diputado suplente del MPP, Enrique Saravia. El "toque de gracia", recordó, llegó cuando el Ministerio del Interior decidió retirar la guardia policial en un partido de fútbol disputado en el que fue el último fin de semana de esa gestión.

Sejas describió como "espantosa" la situación que se vive hoy en la Asociación Uruguaya de Fútbol.

"Es un sistema muy complicado donde existen prácticas mafiosas", aseguró. Hay temas, dijo, que hacen a la ética en un ámbito privado y cómo sus dirigentes actúan.