Esta iniciativa nace desde el movimiento ciudadano "UPM 2 NO", que nuclea organizaciones y grupos como Un Solo Uruguay y el movimiento Uruguay Sustentable.

Raúl Viñas, vocero del movimiento Uruguay Libre de Megaminería, dijo a La Mañana de El Espectador que si se analiza el contrato firmado entre Uruguay y UPM se puede observar claramente que el país "se rinde ante una empresa, le entrega todo a cambio de nada, (…) contrario a los intereses nacionales",  sostuvo.

Además, Viñas manifestó que el Gobierno nunca justificó el beneficio de instalar esta segunda planta, incluso cuando el Parlamento lo solicitó, y opinó que las autoridades "no tiene estudios sobre esto. Se han basado total y absolutamente en los números que la empresa les dio".

Por otro lado, el vocero de la organización desestimó y refutó las declaraciones del presidente de la República sobre varias cuestiones como la creación de ocho mil puestos de trabajo, la generación de energía o la cantidad de toneladas de celulosa exportada.

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