Así lo expresó a Efe la representante del Movimiento Nacional Frente a la Minería Industrial (Monafmi), Carolina Hernández, quien forma parte de una caravana solidaria que llegó el pasado lunes al país austral, previo paso por Chile y Argentina.

El objetivo de esta caravana, integrada por varias organizaciones sociales de Nicaragua, es denunciar las violaciones a los derechos humanos que tienen lugar en el país centroamericano, gobernado hace más de once años por Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.

Hernández aseguró que le gustaría que se "condenara con más fuerza y que hayan más pronunciamientos" de los países a favor del cese de la represión y el desarme de los paramilitares.

"Eso es lo peor que tenemos (los paramilitares). Hay personas que están matando y cada vez más fuerte. Que abran los ojos y dejen ese amiguismo", señaló la activista en relación a las agrupaciones de izquierdas, reticentes a condenar a un Gobierno de su propia filiación.

De esta manera, explicó que lo ideal sería que los países "formen una red de comunicación" para condenar la represión y reclamar su cese.

Hernández se refirió a estos temas previo a un encuentro en solidaridad con Nicaragua que se realizó en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República.

Allí estuvieron presentes como comentaristas el historiador Gerardo Caetano y la excanciller Belela Herrera.

También hicieron uso de la palabra Ariana McGuire Villalta, Coordinadora Universitaria por la Democracia y la Justicia de Nicaragua, y Yader Parajón Gutiérrez, del Movimiento Madres de Abril.

Los integrantes de los colectivos nicaragüenses mantuvieron una reunión el pasado lunes con los representantes de la Comisión de Asuntos Internacionales de la Cámara de Diputados uruguaya.

Este martes, en tanto, se reunieron con el presidente de la coalición de izquierdas que gobierna el país, el Frente Amplio (FA), Javier Miranda.

Luego de Montevideo, la caravana impulsada por la Articulación de Movimientos Sociales y Organizaciones de la Sociedad Civil partirá rumbo a Brasil y Perú.

Desde abril pasado, miles de nicaragüenses han salido a las calles a protestar contra Ortega, en el marco de una crisis que ha dejado entre 322 y 448 muertos, según organismos humanitarios internacionales y locales, mientras el Gobierno reconoce 198 fallecidos y denuncia un intento de golpe de Estado.

La CIDH elevó este viernes a 322 la cifra de fallecidos durante las protestas, de los que la mayoría, afirma, perdió la vida "como resultado de la acción estatal".

Las manifestaciones contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, comenzaron el 18 de abril pasado por unas fallidas reformas de la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia del mandatario, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción. EFE